La juez admite que no hubo conductor suicida en el grave accidente de Malla
El grave accidente de tráfico ocurrido hace un año en Malla (Osona), en el que murieron cinco jóvenes por un choque frontal de dos vehículos, no lo provocó un conductor suicida como ha mantenido siempre la Guardia Civil. Una juez ha sentenciado ahora que el causante fue un automóvil que huyó, tal como defendía el perito judicial contratado por la familia del acusado, Francisco Enrique Jiménez Jiménez, también fallecido en los hechos, a quien la versión oficial acusó de haber conducido 1.400 metros contra dirección.
El accidente ocurrió en la madrugada del 19 de septiembre de 1999 en la carretera N-152, en el término de Malla, y causó la muerte instantánea de cinco jóvenes de entre 17 y 28 años, vecinos de Tona y Hostalets de Balenyà. Entre las víctimas estaban los conductores de los dos vehículos implicados, por lo que el Juzgado de Instrucción número 3 de Vic acordó el pasado mes de enero el archivo de la causa penal. Los familiares de todas las víctimas renunciaron a emprender acciones civiles para que la compañía les indemnizara, excepto, precisamente, los padres de la víctima a quien la Guardia Civil señaló como causante de los hechos.La familia contrató al prestigioso perito judicial Francesc Menen Raurich, con 22 años de experiencia, y éste elaboró una hipótesis del accidente totalmente distinta a la oficial tras analizar los impactos de los vehículos siniestrados. Así, concluyó que el Volkswagen Corrado matrícula B-5151-LL, conducido por Francisco Enrique Jiménez, nunca circuló en sentido contrario, sino que fue empujado por un todoterreno que huyó. A causa del impacto, el vehículo quedó atravesado en la calzada y segundos después impactó contra él un Renault Clio matrícula B-3285-NT, en el que viajaban los otros cuatro jóvenes; este coche se incendió y sus ocupantes murieron en el acto.
Ahora la juez admite que ésta es la versión judicial y reconoce que la familia puede reclamar a la aseguradora y al Consorcio de Compensación de Seguros hasta un máximo de 15,7 millones de pesetas. Si no se abonan, el caso irá a juicio y otro juez decidirá la cantidad. Plácido Jiménez, tío del fallecido, mostró ayer su satisfacción por la decisión judicial. "En la justicia se confía si se hacen las cosas bien hechas", explicó.
