Emecé cambia de nombre y se convierte en Salamandra

Emecé España ha comprado el 51% de las acciones que pertenecían a su casa madre, Emecé Argentina. Los propietarios del ciento por ciento de la editorial son ahora Sigrid Kraus y Pedro del Carril, un par de locos de los libros que han puesto con acento propio a Emecé en el panorama español. Totalmente independientes, lo primero que han hecho Kraus y Del Carril ha sido cambiar el nombre de la editorial. A partir de ahora es Ediciones Salamandra, o mejor dicho, Salamandra a secas, dijo ayer Pedro del Carril, porque "es un animal con importantes connotaciones míticas, símbolo de fuego para los cabalistas, y con grandes aptitudes para la supervivencia, lo cual es de agradecer".Editores de las obras completas de Borges, que seguirán apareciendo bajo el sello Emecé, Kraus y Del Carril explicaron la breve e intensa historia desde que se instalaron en Barcelona en 1989, como una filial de la venerable Emecé Argentina. En 1992 tuvieron su primer gran éxito editorial, Diana, su verdadera historia, de Andrew Morton, y el segundo fue, el año siguiente, Los puentes de Madison County. A finales de 1995 dieron la campanada con La nada cotidiana, de Zoé Valdés y la suerte (y su buen olfato) les sigue acompañando: Moras y cristianas, de Ángeles Irisarri y Magdalena Lasala, Las hijas de Hanna, de Marianne Fredriksson y la bomba, Harry Potter y la piedra filosofal.

Bienvenidos al club

Ayer fue día de fiesta en los locales de Salamandra, en la calle de Mallorca de Barcelona. La primera felicitación que llegó fue de Jorge Herralde, de Anagrama: "Bienvenidos al club", el de los editores independientes, claro. Y un enorme ramo de flores de Carmen Balcells: "Que el éxito no os pare". Y editores como Daniel Fernández, de Edhasa, y Joaquim Palau y Pere Sureda, entre otros, estuvieron allí para desear larga vida y mucha suerte a Salamandra.Les va bien. "Sólo en el mes de septiembre de 2000, nuestra cifra de ventas ha sido superior a la de todo el año 1992, el año de nuestros verdaderos comienzos, y la facturación estimada para este ejercicio de 2000 es de 1.200 millones de pesetas.

De lo que les ha costado el 51% que poseía Emecé Argentina prefirieron no hablar: "Muchísimo para nuestros escasos bolsillos", según Del Carril. Sí hablaron en cambio de sus próximos libros, como Ladrón de meriendas, de Andrea Camilleri, ya en el sello Salamandra.