Oriol Bohigas y los arquitectos del Encuentro de las Artes salen en defensa de El Cabanyal

La sesión de clausura del Encuentro Mundnial de las Artes no había hecho más que comenzar cuando el prestigioso arquitecto y uno de los principales responsables del diseño de la actual Barcelona, Oriol Bohigas, concluyó su intervención aludiendo a un problema urbanístico de Valencia. "De alguna forma hay que salvar El Cabanyal", pero "no destruyéndolo", dijo, solidarizándose con Salvem El Cabanyal. Los asistentes rompieron a aplaudir ante la mirada del consejero de Cultura, Manuel Tarancón, que presidió el acto organizado por la Generalitat.

Bohigas destacó como uno de los puntos fundamentales del debate del área de arquitectura, que ha reunido a reconocidos estudiosos y arquitectos nacionales e internacionales, el carácter político de la ciudad. Citando al crítico Luis Fernández Galiano, resumió las ideas expuestas con el lema "el capital urbano es capital social", y en consecuencia, añadió: "Salvem El Cabanyal". Bohigas incidió en la necesidad de resolver la problemática de la restauración de los centros históricos y de los barrios antiguos ahuyentando cualquier atisbo especulativo y manteniendo la identidad de las tramas. Algunos miembros de la plataforma vecinal, contraria a los planes municipales de prolongar la avenida Blasco Ibáñez hasta el mar a través de la trama del citado barrio, y de otros colectivos ciudadanos pudieron expresar sucintamente el sábado sus reivindicaciones en una de las sesiones de trabajo del área de arquitectura, coordinada por Francisco Jarauta.

Pero no esperaban ninguna mención de este tipo en el solemne acto de clausura, celebrado bajo la imponente estructura del Museo de la Ciencia, diseñado por Santiago Calatrava. Al menos así lo comentó ayer Emilio Martínez, profesor de la Universidad Politécnica y miembro de la plataforma ciudadana, quien subrayó el interés por el problema mostrado por algunos de los arquitectos y expertos reunidos, como Leonel Moura, Víctor Pérez Escolano o Juan Herreros.

La reacción del público también sorprendió por la respuesta generalizada e inmediata. Un público integrado por los participantes al denominado Encuentro Mundial de las Artes promovido (y sufragado) por la Generalitat bajo el auspicio de la Unesco. Tras varias jornadas de debate, más o menos intenso, y de reflexiones quizá demasiado abstractas, daba la sensación de que los expertos y artistas convocados (más de 200) agradecieron la alusión a una problemática concreta y ciudadana. De algún modo ya les sonaba la cuestión debido a las manifestaciones pacíficas, que incluyeron despliegue de pancartas y reparto de pasquines, de Salvem El Cabanyal durante el encuentro, tanto en la inauguración, en el monasterio de la Valldigna, como en el desarrollo del mismo, en el Palacio de Congresos de Valencia.

Tras la clausura, Oriol Bohigas señaló que El Cabanyal podría guardar cierta similitud con la Barceloneta y consideró impensable dividir ésta para trazar una gran avenida, una actuación más propia de principios de siglo. El arquitecto reconoció que no conoce bien el proyecto municipal, pero indicó que si se trata de abrir enlaces con el mar "siempre hay diversas alternativas" respetuosas con la trama urbana de un barrio histórico con identidad propia.

El proyecto municipal de El Cabanyal se encuentra en la Consejería de Cultura a la espera de un dictamen definitivo tras dos aplazamientos, si bien los técnicos de Patrimonio han manifestado que el proyecto de momento no justifica la intervención porque no mejora una trama urbana declarada bien de interés cultural.