La ruina se apodera del antiguo parque de Montjuïc y los viejos estudios de Miramar
El Ayuntamiento convocará un concurso para desmantelar las atracciones que quedan
Junto al Montjuïc rutilante del Palau Nacional, de la Fundación Miró y del Anillo Olímpico, existe otro que también ven cada día miles de usuarios y turistas, y que se encuentra casi en ruinas: el del viejo parque de atracciones -clausurado hace un par de años-, el de los antiguos estudios televisivos de Miramar y el de la ladera del Poble Sec, cuyos vecinos no se cansan de denunciar la degradación de la calle Nou de la Rambla y del paseo de la Exposició.
La degradación de algunas zonas de la montaña también ha sido objeto de denuncia por parte de los representantes del PP en el Ayuntamiento de Barcelona y por los de CiU.Nadie sabe qué se hará en el espacio ocupado por el parque de atracciones, clausurado en el verano de 1998. En plena campaña de las últimas elecciones municipales, en mayo de 1999, el alcalde Joan Clos anunció que Montjuïc se convertiría en un gran pulmón verde de 100 hectáreas. Según ese proyecto, realizado por el Insituto Cerdà, parecía que la superficie del parque de atracciones se incorporaría a los espacios ajardinados. El proyecto también preveía integrar la parte más alta de la montaña, la del castillo, que actualmente es lo más desangelado de Montjuïc. Cerrado el bar- restaurante que existía junto al teleférico, sólo queda el recinto del castillo y, dentro de éste, el viejo museo, en el que apenas entran un puñado de los cientos de turistas que suben a diario a la montaña. Y muchos de los que entran lo hacen porque es la única forma de ir a los servicios.
También se preveía la incorporación de las instalaciones de tiro al gran anillo verde. Responsables municipales insisten en que aquella idea sigue en vigor y en breve empezará a notarse. De momento, un técnico de Patrimonio señaló que en el plazo máximo de un mes saldrá a concurso lo que se ha dado en llamar la "desconstrucción" del parque de atracciones. En cuanto a su futuro, parte de la superficie podría ser destinada a un espacio para grabaciones de cine o anuncios publicitarios, actividad que ahora ya se desarrolla en la zona. El resto, según esa versión, se integrará en los espacios ajardinados de la montaña. Pero, hoy por hoy, el espectáculo del parque de atracciones, que pese a estar vigilado no ha escapado a actos vandálicos, es lamentable.
La gestión y el control del estado de Montjuïc están actualmente compartidos. Lo que fue el comisionado de la montaña se encarga de la gestión del día a día, pero la planificación y programación corresponden a Patrimonio del Ayuntamiento de Barcelona, según un portavoz municipal. La montaña se encuentra en Sants-Montjuïc, distrito que rechaza cualquier responsabilidad sobre la montaña.
Otras de las instalaciones que se están cayendo a pedazos son los antiguos estudios de Miramar. En febrero pasado, el Ayuntamiento anunció que convocaría un nuevo concurso para conceder la explotación de lo que queda del edificio. Sin embargo, ese trámite no se ha podido realizar porque aún no se han zanjado los pleitos judiciales entre el consistorio y los últimos adjudicatarios, la promotora Barcelona Inn., según precisó un portavoz municipal.
Los vecinos de Poble Sec se quejan del tráfico de droga y de la degradación
Los cientos de turistas que acceden en autocares a Montjuïc suelen llevarse en la retina la imagen bonita de la montaña: el acceso desde la plaza de Espanya, la Fundación Miró, el Anillo Olímpico y gran parte de la zona ajardinada de Montjuïc. El recinto del Poble Espanyol, sumido en un declive que parecía imparable, se ha recuperado y en los últimos años ha variado su oferta. Además de acoger 40 talleres artesanales, el recinto alberga algunos cursos de arte de varias escuelas y se han restaurado alguno edificios e instalaciones.Pero Montjuïc tiene un lado menos visto, el del barrio de Poble Sec, cuyo estado general no tiene nada que ver con la parte turística. La asociación de vecinos de La França denuncia que siguen padeciendo los problemas que genera el mercado de las drogas, inseguridad y espacios públicos degradados, como el de la falda de la montaña junto a Nou de la Rambla. Hace unos tres meses, los vecinos tuvieron una reunión con un mando de la policía local. "No se ha notado nada y aquello sigue igual", dicen. No hace demasiado el distrito tuvo que derribar un edificio de Nou de la Rambla porque amenazaba con caerse. En lo alto de esa calle, junto al paseo de la Exposició, perviven casas de construcción propia que desde hace más de una década están pendientes de ser desalojadas. Un portavoz del distrito de Poble Sec afirmó que para este mandato municipal está prevista un partida de 360 millones de pesetas para la exrpropiación y el realojamiento de las personas que viven allí. Pero mientras eso no ocurre, ese lado de la montaña es un desmonte en el que se vierten todo tipo de basuras.
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