Un juez británico deja morir a dos mujeres en coma
El Tribunal Supremo británico autorizó ayer a los médicos a desconectar el aparato respirador que mantiene vivas a dos pacientes en estado de coma vegetativo irreversible. El caso ha sido el primero en probar la relevancia de la Convención Europea de Derechos Humanos en el Reino Unido, y en particular el derecho a la vida que establece, ahora que dicho texto forma ya parte -desde el lunes- de la legislación nacional. Después de que especialistas y familiares acordaran que mantener la nutrición y el oxígeno de ambas mujeres en nada iba a mejorar su situación, la juez Elizabeth Butler-Sloss dio luz verde para dejarlas morir en paz.Desde 1993, fecha en que los tribunales facultaron a los especialistas a retirar la sonda gástrica que alimentaba a Tony Bland, un joven aplastado en la estampida humana del estadio de fútbol de Hillsborough, los juristas británicos han permitido que otras 20 personas en coma fallecieran de forma parecida. En el caso de ayer, los médicos que atienden a las dos mujeres aseguran que responden a ciertos estímulos pero como un mero acto reflejo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.