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Sanidad atribuye el contagio de la hepatitis C en Figueres a un suero contaminado por error

La investigación abierta por el Departamento de Sanidad de la Generalitat a raíz del contagio de hepatitis C a 12 pacientes del servicio de urgencias del hospital comarcal de Figueres el pasado verano, tiene como primera hipótesis un error de praxis médica que originó la infección de una botella de suero que después se administró a varios pacientes, los cuales resultaron afectados por la enfermedad. Así lo reconoció ayer Anna Maria Figuerola, coordinadora de Salud Pública de la Delegación de la Generalitat en Girona. Figuerola admitió que la contaminación accidental del suero "es la hipótesis más verosímil", aunque puntualizó que deberá ser validada por el posterior estudio descriptivo y por los complejos análisis del caso todavía pendientes.

Virus previo

La hipótesis del "pinchazo equivocado" de una botella de suero con una aguja contaminada previamente de hepatitis C presupone que uno de los 12 afectados era el portador originario del virus y que éste se esparció entre los demás por vía intravenosa al serles administrado el suero.Los 12 casos que el Departamento de Sanidad ha admitido hasta ahora como posibles contagios de hepatitis C, entre ellos cinco con hepatitis aguda, han sido sometidos a varios análisis cuyos resultados, una vez cruzados, servirán para demostrar si tienen un mismo origen. También permitirán establecer el grado de afectación de la enfermedad.

Después de comprobar la existencia de anticuerpos del virus, se realiza un análisis para determinar la carga viral. Esta prueba permite conocer si el virus se mantiene estable o, por el contrario, ha empezado a reproducirse y puede causar daño al hígado del enfermo.

Otras dos pruebas están encaminadas a confirmar de una manera concluyente si todas las personas que acudieron el día 4 de junio al hospital comarcal de Figueres y ahora tienen hepatitis C fueron contaminadas allí o, por el contrario, alguna de ellas tenía el virus de antemano. De acuerdo con algunas estadísticas, el 2% de la población tiene anticuerpos de la enfermedad, aunque no la ha desarrollado. El primero de estos dos análisis consiste en determinar el genotipo del virus, el conjunto de los genes existentes en el núcleo celular, aunque el más definitivo es el estudio filogenético. Esta prueba, que se realizará en el Hospital Clínico de Barcelona, servirá para indicar si las 12 personas enfermas están ligadas por el mismo virus. Fuentes de Sanidad aseguraron ayer que la complejidad de estos análisis no hacen prever que la investigación pueda quedar concluida antes de transcurridos 15 días.

Si la investigación del Departamento de Sanidad concluye que la infección tuvo su origen en el servicio de urgencias del centro de Figueres, no necesariamente podrá atribuir al personal o a la dirección del hospital una presunta negligencia. Todo dependerá de las pruebas reunidas en la investigación. No obstante, desde Sanidad se descartó casi totalmente que el hospital hubiera sido negligente a la hora de comunicar el caso. "Los datos que hemos reunido hasta ahora corroboran que el centro nos avisó en el momento en que tuvo la certeza de que se trataba de un brote de hepatitis C", aseguró ayer Anna Maria Figuerola.

Por su parte, Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V) pidió ayer al consejero de Sanidad, Eduard Rius, que explique el contagio de hepatitis C en Figueres. Dolors Comas, diputada de IC-V en la Cámara autónoma, presentó una batería de preguntas en el Parlament para que el consejero de Sanidad aclare el desencadenante del caso y el número de personas que se han contagiado por la supuesta negligencia del centro sanitario. En sus preguntas, Dolors Comas pide a Eduard Rius información sobre el día en que se detectó la existencia de este brote y cuándo el hospital comarcal de Figueres lo comunicó a su departamento, al Patronato del hospital, al comité de salud laboral y a los representantes de los trabajadores. La diputada también pregunta a Rius si su departamento ha abierto un expediente de investigación para aclarar las causas y la extensión del brote y si el Gobierno catalán considera que se ha producido una negligencia por parte del centro sanitario.

Pere Duran

Los contagiados en un centro médico acaban siendo indemnizados

La mayoría de los enfermos de hepatitis C que en España han podido demostrar con datos fehacientes que sufrieron el contagio del virus durante su estancia en algún centro hospitalario acaban recibiendo una indemnización. El valor de la misma depende de la edad y del estado de salud del demandante, del grado de afectación del virus y, en algunos casos, de la magnitud de la presunta negligencia que originó el contagio de la enfermedad.El único límite a este tipo de demandas quedó fijado hace unos cinco meses por la jurisprudencia del Tribunal Supremo, que falló que los infectados por hepatitis C por transfusiones anteriores a 1990 no debían ser indemnizados. El alto tribunal interpreta que estos pacientes fueron contagiados antes de conocerse las técnicas para la detección del virus y que no puede exigirse que un hospital tuviera una información técnica y analitica que, por aquel entonces, quedaba "fuera del conocimiento humano".

Este no es el caso del centro sanitario de Figueres, que ya ha descartado totalmente que el origen del contagio pudiera partir de una transfusión de sangre. Por otra parte, desde 1992, todas las donaciones de sangre son sometidas obligatoriamente a análisis para detectar, entre otras enfermedades como el sida, la hepatitis C.

En el momento de obtener indemnizaciones, resultan esenciales las pruebas médicas que demuestran el grado de desarrollo de la enfermedad en cada afectado, puesto que ésta se desarrolla con diferentes efectos y a velocidades distintas según de la persona que se trate. En algunas sentencias se han tenido en cuenta también los efectos psicológicos causados por la infección.

En los contagios comparables al ocurrido a principios del pasado verano en el hospital de Figueres, en caso de que se demuestre la responsabilidad del centro en la infección de las 12 personas, los enfermos han llegado a ser indemnizados con cantidades que ascienden hasta los 30 millones de pesetas. No obstante, siempre que no se ha llegado a un acuerdo amistoso entre los centros sanitarios y los pacientes infectados,los pleitos han sido complejos y se han prolongado durante años viajando de un tribunal a otro hasta alcanzar la indemnización.

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