La flota pesquera aguanta amarrada

Los transportistas no fueron los únicos en rebelarse contra el Gobierno. El presidente de la Federación de Cofradías de Guipúzcoa, Esteban Olaizola, aseguró ayer que el 70% de las cofradías españolas están en contra del acuerdo firmado por el Ejecutivo y la Federación Nacional de Cofradías, que establece bonificaciones en las cuotas de la Seguridad Social del 85% para la flota de arrastre y del 67% para la de bajura. Los pescadores no ven la medida con buenos ojos, pero tampoco quieren hacer uso de la fuerza por el momento. Insisten en la vía de la negociación como fórmula para enfrentarse a esta realidad. Por eso Olaizola pidió ayer al ministro de Pesca -tras reunirse en San Sebastián con representantes de las flotas vasca y cántabra de altura y bajura- que convoque una reunión urgente antes del próximo jueves. "Nuestro mayor deseo", dijo, "es alcanzar un acuerdo y desconvocar las protestas", pero advirtió que si las conversaciones "no llegan a buen puerto" estarían "dispuestos a todo" para lograr que los trabajadores de este sector paguen un máximo de 30 pesetas por cada litro de carburante frente a las 54 actuales. Mientras tanto, la mayoría de la flota sigue amarrada en su puertos de origen.

En la Federación Nacional de Cofradías, que es la organización que alcanzó la pasada semana un acuerdo en el ministerio, agrupa a 225 cofradías y a unas 13.000 embarcaciones. El acuerdo que rechazan los arrantzales supono una aportación del Gobierno de 7.000 millones de pesetas en créditos preferenciales para la flota de bajura, el arrastre y el cerco, y otros 1.000 millones para mejorar las infraestructuras portuarias. Además, prevé bonificaciones temporales de las cotizaciones a la Seguridad Social de los trabajadores del mar.