La plantilla policial de Madrid ha perdido 3.000 agentes en comparación con 1990

La plantilla actual del Cuerpo Nacional de Policía en Madrid es la más baja de la última década. En las comisarías madrileñas trabajan hoy alrededor de 7.000 agentes frente a los 10.000 que había en 1990, según las estadísticas policiales que manejan los sindicatos del cuerpo. Una progresiva reducción en la plantilla de funcionarios que ha desatado las quejas de los trabajadores, quienes denuncian la escasez de efectivos para combatir el delito callejero, garantizar la seguridad ciudadana y alcanzar los demás objetivos marcados desde el Ministerio del Interior.

Series televisivas

Esta precariedad provoca que haya un solo hombre en cada coche patrulla en algunos turnos, o que se les someta, según afirman los funcionarios, a horarios extraordinarios sin compensación alguna. "El problema no es sólo que falten agentes, sino la carencia total de voluntad política para atajar este déficit", denuncian los sindicatos.Los funcionarios reclaman almenos 1.500 agentes más para las comisarías de Madrid. Además, lamentan que la edad media del policía en la región se sitúe en torno a los 45 años, debido, ante todo, a que no se convocan nuevas plazas.

Asimismo, en los concursos de traslados, los funcionarios renuncian a venir a Madrid por la carestía de la vida y la falta de incentivos que encuentran en la capital. "Por estar aquí no hay compensaciones para los policías, cuando, por ejemplo, los maestros cobran 25.000 pesetas por trasladarse a la región", advierte Bernardino Bravo, secretario regional del Sindicato Unificado de Policía (SUP).

En el concurso general de traslados del pasado verano se convocaron en la Jefatura Superior de Policía de Madrid 396 plazas, cuando se esperaban sacar 900. Además, una vez resuelto el concurso se dejaron sin cubrir 62 plazas.

Según la Unión Federal de Policía (UFP), en Madrid había, en 1996, un total de 7.949 agentes, además de 438 alumnos en prácticas. En 1997, trabajaban 7.525 y 346 alumnos. En 1998, 7.716 y 376 en prácticas; en 1999, 7.630 profesionales veteranos y 330 alumnos; y en el año 2000, la cifra se ha reducido a 7.100 y 100, respectivamente. "Hemos perdido 1.200 agentes entre servicio activo y prácticas", aclara José Luis Morán Rubio, portavoz de la UFP. "El problema", añade, "es que Madrid es un destino ingrato por la dificultad de conseguir vivienda con el sueldo del policía, porque existe una mayor carga de trabajo y porque no hay un plus de grandes urbes".

Para Ignacio López, secretario regional de la Asociación Nacional de Policía Uniformada (ANPU), "es lamentable que se esperen 1.000 agentes para Madrid y que al final se destinen sólo 150. Para colmo sólo se destinan al final 90 a tareas operativas de seguridad ciudadana. Y esto pasa cuando año tras año se van un montón de compañeros a segunda actividad" [una especie de prejubilación].

Precisamente esta misma semana, el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, ha pospuesto el anteproyecto que pretendía elevar tres años la edad de retiro de los policías nacionales, con el objetivo de evitar la reducción de las plantillas. Y es que resulta que son más los que se jubilan que los que ingresan en el cuerpo, con lo cual se produce una especie de crecimiento vegetativo negativo.

Además, en Madrid, se cubren con facilidad los puestos correspondientes a la escala de mando y ejecutiva, pero es díficil que se reclute a agentes de la escala básica, según el Sindicato Profesional de Policía Uniformada (SPPU).

"En todas las comisarías hacen falta funcionarios, sobre todo en lugares como Móstoles, Aranjuez, Fuenlabrada y Parla, que son poblaciones que han crecido en número de habitantes, pero no en agentes de policía", denuncia el portavoz del SUP.

El secretario de ANPU, Ignacio López, afirma que el Cuerpo Nacional de Policía vive una situación desastrosa: "No se ha hecho una política de renovación del cuerpo de policía. Es rídiculo. En Nueva York nadie piensa que un policía de 58 años esté en las calles, mientras que en Madrid sí. Esto supone ir contra corriente de lo que pasa en otros lugares. A este paso lo que se va a conseguir es que los policías cambien la porra por la garrota".

Bernardo Bravo, secretario general del Sindicato Unificado de Policía (SUP), denuncia, además, que, al intentar cumplir los objetivos del Plan Policíal 2000 -fundamentalmente prevenir y reducir el índice de delitos calle-jeros-, se hayan abandonado las tareas de investigación.

Los policías no sólo denuncian la falta de recursos humanos. También hay problemas de falta de medios y material. Y, para colmo, según fuentes policiales, en algunas comisarías se presentan los responsables de productoras cinematográficas o televisivas con un oficio firmado de la Dirección General, en el que se les autoriza a llevarse un coche patrulla para grabar series policiacas. "Hay sólo tres coches, y se llevan uno o dos. Lo peor es que se lo tenemos que ceder y luego, cuando nos lo devuelven, hay que revisarlos", denuncia el SUP. "En un ocasión les dejamos un patrullero, nos los devolvieron sin mampara... y no nos dijeron nada".Algunos funcionarios del Grupo de Menores (Grume) se limitan a realizar tareas de transporte de jóvenes, y no tienen tiempo para otras tareas. "Parecen taxistas que los llevan a los centros de internamiento y a los tribunales", denuncia el SUP.