La RAI rechaza la dimisión de dos directores de telediarios por el caso de los vídeos para pederastas
El Consejo de Administración de la televisión pública italiana (RAI) no ha aceptado la dimisión de los dos directores de los telediarios que emitieron el miércoles por la noche, en el horario de mayor audiencia, escenas de un vídeo con niños sometidos a brutales maltratos por pederastas. La renuncia de Gad Lerner y Nino Rizzo Nervo sí había sido apoyada por todos los grupos parlamentarios.En una reunión extraordinaria del consejo de la RAI celebrada ayer, las dimisiones fueron rechazadas, pero no por unanimidad. Dos de los cinco consejeros, Alberto Conti y Giampiero Gamaleri (nombrados a petición del centro derecha), abandonaron la reunión en señal de protesta. Pero los dos periodistas permanecerán en sus cargos a menos que los presidentes de la Cámara y del Senado retiren la confianza al Consejo de Administración de la RAI y fuercen al Parlamento a elegir un nuevo cuadro directivo, como pidieron ayer los parlamentarios de la oposición.
El incidente, que ocurrió durante la cobertura informativa del desmantelamiento por la Policía Italiana de una red que traficaba con vídeos para pederastas, viene a sumarse a una serie de aparentes descuidos de la televisión pública. Hace unos meses, la RAI emitió a las 11 de la mañana, en un horario normalmente reservado a los niños, varios minutos de una película porno titulada La talla que quema.
En esta ocasión, el diario vaticano L'Osservatore romano ha calificado lo sucedido como "una segunda vejación" para los niños que sufrieron violencia, y ha señalado que la polémica sobre la emisión del vídeo, al desviar la atención del verdadero caso, hace el juego a los criminales.
El portavoz de la Santa Sede, el español Joaquín Navarro Valls, comentó que las excusas presentadas por el director del telediario TG1 "fueron dignas", y recalcó el problema de "las instrumentalizaciones que ponen el problema central de la pederastia en un segundo plano".
El senador radical Marco Pannella, famoso por su liberalismo a ultranza, aseguró que el linchamiento moral de los periodistas era peor que las imágenes transmitidas. Mientras la polémica va bajando de tono, la policía está siguiendo una nueva pista que apunta a que algunos de los vídeos fueron filmados en Italia, y no en Rusia, como parecía en un primer momento. Apoyan esta hipótesis las declaraciones del magistrado ruso que hizo arrestar al principal implicado, Dimitri Kuznetsov, y a dos supuestos cómplices. Según este juez, el material más violento no proviene de Rusia, ya que los vídeos aprehendidos en aquel país no contienen torturas ni asesinatos de niños.
La fisonomía de los niños, las inscripciones de sus camisetas (que están en italiano) y otros datos han llevado a la Policía de Torre Anunziata (Nápoles) a abrir otra investigación sobre posibles centrales de producción y venta de pornografía infantil.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.