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Cabanillas alude a los GAL al replicar a la acusación de Zapatero de uso partidista de la lucha contra ETA

Luis R. Aizpeolea

Gobierno y PSOE han violado su código sobre la unidad en la lucha contra ETA y han vuelto a la greña con la resurrección de viejos fantasmas. El jueves, el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, exigió a José María Aznar que admitiera que había hecho un uso partidista de la lucha contra el terrorismo. Ayer, el portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas, le respondió con dureza: "Es como si alguien exigiera al actual líder socialista que pidiera excusas por algo relacionado con los GAL". El portavoz del PSOE, Jesús Caldera, tachó la respuesta de "insulto injustificable que sólo beneficia a ETA".

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Los viejos fantasmas

El regreso a la pelea entre el Gobierno y PSOE en un cuestión de Estado que consideraban blindada se explica por la cercanía de las elecciones vascas -que fuentes de ambos partidos sitúan en la primavera- y la mutua desconfianza entre socialistas y populares. El PP teme que el acercamiento emprendido hace semanas entre el PSOE y PNV, ahora paralizado, culmine en un gobierno de coalición tras las elecciones autonómicas. Por su parte, los socialistas intentan mantener cierta equidistancia entre populares y peneuvistas, y, sobre todo, defender su identidad frente al PP tras la presentación de sendas mociones de censura del PSE y los populares vascos contra el lehendakari Juan José Ibarretxe.En este clima, y mientras el portavoz del Gobierno censuraba al PSOE, se celebraba en el Ministerio del Interior una cita entre el Ejecutivo y los socialistas para hacer balance de la ronda de reuniones con los partidos sobre la unidad democrática contra ETA.

Una ronda que empezó en agosto, en un clima de necesidad de respuesta ante la ofensiva de ETA, y que culmina, el 29 de septiembre, en un ambiente diferente, casi preelectoral. Tanto Gobierno como PSOE saben que la recuperación de la unidad contra ETA, con la integración en ella del PNV y EA, sólo será posible tras las elecciones vascas. De ahí que la reunión de ayer quedara devaluada y se centrara en la inminente actualidad. "Aún está verde la recuperación de la unidad democrática contra ETA", señaló uno de los reunidos.

La delegación socialista -formada por el portavoz parlamentario, Jesús Caldera; el secretario general del PSE, Nicolás Redondo, y el ex portavoz, Alfredo Pérez Rubalcaba- reprochó ayer a la delegación gubernamental -formada por el ministro del Interior, Jaime Mayor, y el secretario general de la Presidencia, Javier Zarzalejos- la utilización partidista de la lucha contra ETA y, concretamente, la fuerte presencia gubernamental y del PP en el acto de homenaje a las víctimas del terrorismo celebrado el pasado miércoles, en el Congreso. "Hubiera estado bien que el portavoz de CiU, Xavier Trias, hubiera puesto medallas a las víctimas en lugar del vicepresidente cuando ya estaba el presidente", señaló un miembro de la delegación del PSOE.

La delegación gubernamental restó importancia a la crítica socialista y destacó el éxito del homenaje y su contenido institucional. El portavoz del Gobierno, desde La Moncloa, fue más duro con el PSOE y le acusó de "mezquindad" por insinuar que el homenaje a las víctimas tuvo un contenido partidista, algo en lo que coincidió con el secretario general del PP, Javier Arenas, que pidió al PSOE "claridad y seriedad" en su posición frente a ETA.

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Sin embargo, la dureza de Cabanillas no se reflejó en la actitud de la delegación gubernamental en su entrevista con el PSOE. Ni Mayor ni Zarzalejos sacaron a relucir las declaraciones de la víspera del secretario general del PSOE, pero las exigencias de Zapatero las reiteró ayer Caldera: "El PP no lo hizo bien en materia de utilización partidista de la lucha antiterrorista y el señor Mayor Oreja los lo ha reconocido en dos o tres ocasiones. Lo único que esperamos es que el señor Aznar lo haga también", señaló a Europa Press.

La delegación gubernamental confirmó a la socialista la ampliación en los presupuestos de la partida dedicada a la lucha antiterrorista. También coincidieron en la importancia de la respuesta social al terrorismo y, especialmente, de la manifestación de San Sebastián contra ETA.

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