CERCO AL ROBLEDAL DE LA CASA DE CAMPO.
El Ayuntamiento ha decidido proteger el robledal de la Casa de Campo con una barrera de postes de madera para impedir así la irrupción de coches. Este bosque, de máxima protección, agoniza por el trasiego de vehículos y personas que conlleva la actividad de prostitutas, como la de la foto. Con los postes se espera frenar el deterioro de los robles, algunos de 150 años.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.