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Putin reconoce que los yugoslavos han votado por el cambio

"Hemos estado de acuerdo en que parece que Serbia y Yugoslavia han optado por un cambio democrático". Lo dijo ayer en Moscú -con las reservas lógicas al no haber aún resultados- el canciller alemán, Gerhard Schröder. El presidente ruso, Vladímir Putin, que estaba a su lado, no sólo no le corrigió sino que aseguró que, en términos generales, estaba de acuerdo con lo que afirmó su huésped en el breve encuentro con los periodistas, en el que también se habló de otros temas. Fue un indicio claro de que Rusia no da al presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, un cheque en blanco a la hora de tomar posición sobre las elecciones presidenciales celebradas el domingo."Por supuesto que hablamos sobre los Balcanes", señaló el jefe del Gobierno germano. "Habría sido extraño que no lo hiciéramos". Schröder añadió que, entre otras cosas, trató con Putin de la necesidad de promover la estabilidad en Montenegro, república yugoslava cuyos lazos con Belgrado peligran si Milosevic sigue en el poder. Un escenario de crisis que podría tener un desenlace violento.

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Rusia es el único país no occidental que forma parte del Grupo de Contacto, formado por seis países para promover la paz en los Balcanes y en el que también está Alemania. Durante el conflicto de Kosovo, Moscú rompió relaciones con la OTAN en protesta por los bombardeos aliados contra los "hermanos eslavos" del sur, pero luego las fue restaurando lentamente y se unió a la fuerza internacional desplegada en la provincia, pese a las dudas sobre el papel que ésta debía jugar.

"Sin grandes violaciones"

El ministro de Exteriores, Ígor Ivanov, aseguró ayer que los comicios se habían desarrollado "sin grandes violaciones" y con una "participación activa de la población", si bien no entró en analizar el riesgo de fraude en el proceso de recuento y de anuncio oficial de los resultados. En declaraciones a la agencia Itar-Tass, reiteró anteriores llamamientos a que se levanten las sanciones internacionales contra el régimen de Belgrado.La Yugoslavia de Slobodan Milosevic era y es un aliado estratégico de Rusia, pero la eventual llegada a la presidencia de Vojislav Kostunica no tiene por qué alterar esa relación, o al menos eso es lo que parece indicar la cautela mostrada por Putin.

Dimitri Rogozin, presidente del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma (Cámara baja del Parlamento ruso), coincidió ayer con Ivanov desde Estrasburgo en que la votación se desarrolló "sin violaciones notables". "Todo indica que habrá una segunda vuelta", aseguró tras hablar por teléfono con su lugarteniente en el comité, Konstantín Kosachov, que encabeza la delegación de diputados que ha observado en directo el desarrollo de los comicios.

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