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Tribuna:LA OFENSIVA TERRORISTA
Tribuna
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Contra el nacionalismo vasco

Hace tres años, veintidós ciudadanos dirigimos al entonces lehendakari Ardanza una carta, instándole respetuosamente en la misma a proteger a las víctimas habituales de la violencia callejera. Destacábamos en dicha misiva el caso de la librería Lagun de San Sebastián -propiedad de la esposa de José Ramón Recalde, María Teresa Castells- que había sido objeto de varios ataques por aquellas fechas. Ardanza se acogió a un supuesto defecto de forma (la carta llegó a Ajuria-Enea por fax, poco antes de hacerlo por correo ordinario) para dar la callada por respuesta. Quien contestó fue Arzalluz. En su opinión, los firmantes habíamos tomado como pretexto algún pequeño incidente padecido por el negocio de un amiguete (sic) para desprestigiar al Gobierno nacionalista.Pues bien, nuestro amigo Recalde ha sufrido lo que acaso sea, en opinión de Arzalluz, otro pequeño incidente. Pero no es el atentado contra José Ramón lo que me empuja a pedir la solidaridad de todos los españoles de bien con los vascos que nos manifestaremos mañana en San Sebastián. No lo es, aunque José Ramón Recalde, que enseñó a mi generación vasca a pensar y obrar como demócratas, habría sido un gran lehendakari, como fue un excelente consejero de Educación y de Justicia. No es tampoco el crimen de Sant Adrià de Besòs la sinrazón que yo evocaré para salir una vez más a la calle, en defensa de la Constitución y del Estatuto. No es siquiera ETA el motivo principal que me mueve: contra ETA, que sólo habla el lenguaje del terror, no cabe otra salida que la violencia legítima del Estado, no las manifestaciones cívicas.

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Me he sumado a la convocatoria de la manifestación del sábado 23 y acudiré a ella porque no quiero ver cómo mi País Vasco se pudre ante la estupidez y la cobardía de un Gobierno nacionalista de cretinos y de indeseables. De cretinos como el flamante cretino Josu Jon Imaz (no olvidaré las acusaciones de terrorismo que repartió entre los fundadores del Foro Ermua) y de indeseables como el consejero Balza, el valedor de ETA. Que Imaz haya anunciado que el Gobierno del frente de Estella no estará presente en la manifestación de San Sebastián me tranquiliza un tanto: no necesitaremos expulsarlos.

Iré a San Sebastián porque la manifestación del sábado será, en efecto, una manifestación ideologizada, como afirma Imaz. Una manifestación antinacionalista; es decir, una manifestación en defensa del Estado de derecho y contra la insidiosa corrosión abertzale de nuestras instituciones. No le quepa duda al portavoz de Ibarretxe: estaremos allí animados por la decisión de salvar la democracia; de salvarla de ETA, por supuesto, pero también del PNV y de EA. Contra los asesinos, pero también contra la corrupción política que ha medrado a su sombra.

Jon Juaristi es escritor y director de la Biblioteca Nacional.

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