Los agricultores rechazan las ayudas fiscales del Gobierno y anuncian más movilizaciones

El pleno de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y la junta directiva de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) acordaron rechazar ayer por "insuficiente" las medidas ofrecidas por el Gobierno para compensar al sector agrario por la subida del precio del gasóleo. Ambas formaciones, que representan al 90% del sector, han decidido mantener sus calendarios de movilizaciones conjuntas para octubre, si bien se muestran partidarias de continuar con la negociación.La decisión supone un jarro de agua fría para los ministerios de Agricultura y Hacienda, que en la madrugada de ayer contaban con que su propuesta fuera aceptada y terminarán las protestas en toda España.

Para el lunes próximo, está prevista una reunión de los órganos de decisión la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) -la tercera organización agraria que participa en las negociaciones pero que se moviliza por separado- para analizar la propuesta. Los responsables de UPA ya han señalado su total rechazo a la oferta de medidas de ayuda, estimada por el Gobierno en más de 50.000 millones de pesetas. De esa cantidad, unos 33.000 corresponderían al aumento del IVA percibido por los agricultores y ganaderos al pasar del 5% al 7% y otros 12.000 millones por la reducción fiscal.

Éstas son las principales propuestas fiscales presentadas por el Gobierno para compensar a los agricultores:

- La factura del gasóleo tendrá una deducción del 35% en la declaración del IRPF en al caso de los trabajadores del campo que tributen por el sistema de módulos, que son la mayoría.

- Subida de dos puntos (del 5% al 7%) de la compensación por IVA.

- Línea de créditos blandos (a bajo interés) por 30.000 millones de pesetas que serán gestionados por las organizaciones agrarias que firmen el acuerdo.

- Permitir a las cooperativas que suministren de forma directa gasóleo agrícola a socios y no socios.

- Deducciones fiscales por el uso de ecocarburantes, agricultura ecológica y uso compartido de maquinaria agrícola, entre otros.

Las organizaciones agrarias consideran que estas medidas no compensan el incremento de los gastos provocado por el encarecimiento del carburante. Inicialmente, el sector planteaba como reivindicación principal e irrenunciable la rebaja del impuesto especial de hidrocarburos (13,09 pesetas por litro). La petición se mantiene, pero ahora lo importante es que el Gobierno compense esas pérdidas.

Además, las organizaciones coinciden en calificar como insuficiente el incremento del IVA. Se trata de una mejora que beneficiará por igual a todo el sector, pero especialmente a los ganaderos, que apenas utilizan gasóleo. La oferta de reducción de la fiscalidad por la vía de los módulos aún se ve como insuficiente. Sólo beneficiará a unos pocos, sostienen, ya que la declaración de la mayor parte de los agricultores que se hallan en este sistema ya es negativa. Tampoco les satisface a las organizaciones agrarias la política de créditos de 30.000 millones de pesetas.

Las cooperativas agrarias no han quedado demasiado satisfechas con la propuesta de suministrar sólo gasóleo agrícola. Quieren vender todo tipo de combustibles. Una aspiración que exaltó a los gasolineros.

La Confederación de Empresarios de Estaciones de Servicio -agrupa a más de 6.000 gasolineras, un 90% el total- amenazó con cierres masivos si se permitía a las cooperativas hacerles la competencia. La advertencia se lanzó en el mismo día que el Gobierno iba a presentar su propuesta a las organizaciones agrarias. Como, de momento, el Ejecutivo ha decidido que las cooperativas sólo puedan suministrar gasóleo agrícola, los gasolineros, más tranquilos, se echaron ayer atrás: no cerrarán. Pero advirtieron que se mantendrán atentos.