Sobre "subvenciones ilógicas"
Como veo que nadie se da por aludido, me permitiré un comentario a la carta de señor José Ángel de Toro Sánchez Subvenciones ilógicas (EL PAÍS, 8 de septiembre). El futuro de la agricultura española lo describe muy mal cuando afirma: "... si se les instara (a "las lombrices de la legalidad") a cultivar esas semillas que sólo tiran (para recoger las subvenciones), estoy convencido de que abandonarían la caza (de subvenciones), ya no resultaría rentable".Si se parte del supuesto de que cultivar no es rentable, esos señores hacen bien en aprovechar la oportunidad que se les ofrece de cobrar por dejar su tierra sin cultivar y su cosecha por recoger; son muchas las razones que avalarían una conclusión semejante.
Y si es rentable, reclame más bien la igualación del terreno de juego y pregúntese si tiene sentido, o qué sentido podría tener, una política de subvenciones agrícolas. ¿Las "subvenciones ilógicas" son sólo algunas -las ofrecidas en función de la
superficie sembrada- o todas?Estoy seguro de que la fortaleza de la producción agrícola española, en su momento amenaza para Europa, es capaz de aguantar unas condiciones de competencia transparentes. Y, de otro lado, cada vez es más clara la importancia del mantenimiento del medio ambiente (acabo de atravesar la provincia de Ourense, convertida en paisaje del Amazonas -apenas se veía el sol, oculto por el humo-).
Urge, pues, que las autoridades asuman esa función ecológica de la población rural y le ofrezcan una definición de su trabajo acorde con los tiempos, requisito para su dignidad.- José María Palao Taboada. Baiona.
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