Aznar fue dos veces a El Pardo porque la visita sufrió un retraso

Mohamed VI llegó ayer a Madrid con casi una hora de retraso y el principal perjudicado por esa circunstancia fue el presidente del Gobierno, que tuvo que hacer un viaje en balde hasta el Palacio del Pardo. José María Aznar llegó, en efecto, sobre las 13.15 horas a la residencia asignada al huésped alauí, donde, según el programa oficial de esta visita, debía empezar 15 minutos después la recepción de los Reyes de España al ilustre visitante. Sin embargo, a la una y media de la tarde de ayer el avión del monarca marroquí estaba todavía en pleno vuelo.Sorprendentemente, el presidente español no fue informado de esa circunstancia hasta que su coche se detuvo ante la puerta de entrada de El Pardo. Volvió rápido a su asiento y ordenó la vuelta inmediata al Palacio de La Moncloa, lo que causó algún desconcierto en su séquito. Regresó una hora más tarde.

La tradicional primera entrevista entre el Rey de España y su invitado duró apenas minutos debido al retraso. La única explicación oficial de la demora facilitada por un portavoz de la Embajada de Marruecos fue que "el avión del Rey había despegado con retraso".

Incidentes similares complicaron ya la visita a España en 1989 de Hassan II, el difunto padre de Mohamed VI, que dio un plantón en Sevilla de casi ocho horas a Alfonso Guerra, entonces vicepresidente del Gobierno. Pero el retraso de ayer fue mucho menos importante y la voluntad gubernamental de que la visita actual deje plenamente satisfecho al invitado parece especialmente firme.

Recibimiento especial

Con objeto de dar realce a la visita y a las buenas relaciones entre Mohamed VI y Don Juan Carlos I, al que el monarca marroquí suele llamar en público "tío", fuentes de la Casa del Rey española destacaban ayer que el encargado de recibir al visitante en Barajas había sido el príncipe Felipe. Lo normal es que sea sólo el jefe de la Casa del Rey quien recibe en el aeropuerto a los jefes de Estado extranjeros.Luego, tras la llegada al Palacio de El Pardo, Don Juan Carlos y Doña Sofía intercambiarían sendos besos tanto con el monarca alauí como con la hermana de éste, la princesa Laila Meriem, que ha viajado a Madrid acompañada de dos de sus hijos, Laila Sukaina y Milai Driss, de 14 y 11 años, respectivamente

Los castos besos con los que las mujeres de la familia real española dan a la bienvenida a los huéspedes árabes no siempre son bien vistos en los países musulmanes, donde los integristas ni siquiera dan la mano a las personas que no sean de su mismo sexo.

Algunos diplomáticos adscritos a los servicios de protocolo recuerdan cómo la reina y las infantes besaron también a miembros de la familia real saudí, pero esas imágenes, tomadas por cámaras de televisión, nunca fueron difundidas por la televisión del reino wahabita.