Nuevo hallazgo arqueológico
Los fragmentos localizados permitirán saber como vivían en Durango en el siglo XIII
El reciente hallazgo de un solar con estratos medievales dentro del casco urbano de Durango puede aportar datos interesantes para el estudio y comprensión de la arqueología urbana de las villas vizcaínas. El principal interés de los interesantes restos encontrados radica en su ubicación, dentro de un casco histórico que desde hace varios años goza del máximo nivel de calificación otorgado por el Gobierno vasco, lo que obliga y garantiza el estudio de cuantos yacimientos salgan a la luz en el futuro.A simple vista no es un hallazgo espectacular: un pozo de agua, pequeños trozos de cerámica, restos de monedas de bronce y varios muros. Sin embargo, a los ojos de los científicos que han trabajado durante las últimas semanas en el estudio de los restos arqueológicos tienen un valor diferente que les permitirá conocer los modos y costumbres de otra sociedad. Las piezas fueron localizadas en un solar de la calle Goienkalea, esos trozos de arcilla, piedra y bronce tienen un interés especial, ya que corresponden a ustensilios utilizados en la vida cotidiana por personas que habitaron y trabajaron en el solar a partir de la Edad Media. "Normalmente quedan restos de estructuras defensivas", explica la responsable de las excavaciones, la profesora de Arqueología de la Universidad del País Vasco Belén Bengoetxea, "en este caso lo que estudiamos es un sitio donde la gente vivió y trabajó. Sabemos las dimensiones de la casa, sabemos que en siglo XVI hubo un cambio de mentalidades, porque también cambia la distribución de los espacios, y también sabemos algo más sobre la cultura material, por ejemplo, qué tipo de cerámica usaban en las antiguas casas".
A pesar de que en otros núcleos urbanos de Vizcaya,entre ellos Bilbao, se han encontrado restos medievales, lo que más ha atraído la atención de los científicos ha sido el nivel del suelo medieval hallado en el solar, un descubrimiento "no tan frecuente". Ese suelo, que data del siglo XIII, está compuesto por un estrato de ladrillos triturados, cascotes, teja y tierra suelta, sobre el que se colocó una capa de arcilla quemada, carbones y ladrillo muy desmenuzada, sobre la que pisaban los moradores del solar.
Las conclusiones que se extraigan del estudio de todos esos restos aportarán algo más de luz a los conocimientos de la arqueología urbana no sólo de Durango, sino de otras villas de Vizcaya. Esta localidad fue históricamente un punto destacado de actividad comercial y artesanal. "Es importante para articular la historia urbana de toda Vizcaya, porque Durango es punto relevante tanto a nivel comercial como en lo relativo a actividades artesanales", explica Bengoetxea. Precisamente, el pozo de agua encontrado en el solar, y que fue abierto entre los siglos XVI y XVII, indica el comienzo de una actividad artesanal relacionada con el hierro frente al sector dominante hasta aquella época: la fabricación de paños. Es habitual encontrar en las próximidades del pozo restos de escoria entremezclada con la tierra. En 1998 aparecieron a escasos 100 metros de este solar los restos del taller de un daguero, junto a un trozo de muralla levantada en el siglo XVI con fines más estéticos que defensivos y que la Diputación de Vizcaya ordenó conservar en la edificación actual.
Belén Bengoetxea es coautora del primer y único estudio histórico-arqueológico del casco antiguo de Durango, realizado entre l 1993 y 1994 con la colaboración del Gobierno vasco. A raíz de los resultados de ese estudio el área arqueológica de la localidad cuenta con el máximo nivel de calificación como bien cultural.
Esa calificación ha posibilitado que se puedan realizar excavaciones en área de todo el solar que se desea estudiar, lo que permite a los científicos obtener datos más exactos. La responsable de la excavación, Belén Bengoetxea, está llevando a cabo desde 1996 una tesis sobre Arqueología Urbana en la Comunidad Autónoma Vasca. Para ello ha dirigido excavaciones en diversas localidades, principalmente de Vizcaya y Álava, entre las que se encuentran Lekeitio, Orduña, Markina, Alegría-Dulantzi, Vitoria y Durango.
Arqueología de la ciudad
El principal objetivo del trabajo que está realizando el equipo de Belén Bengoetxea es ofrecer una base para los estudios y excavaciones que se realicen en el futuro, además de aportar los datos concretos recopilados en los yacimientos hallados hasta su fecha de publicación. "Se trataría de hacer una arqueología de la ciudad y no en la ciudad. Tenemos que coger todas esas cosas que hemos ido encontrando e integrarlas dentro de la historia de la ciudad. Cómo articular todo eso es el principal objetivo de la tesis. La verdad es que me conformaría con que sirva para abrir los ojos y que las cosas no se hagan a ciegas". En conjunto se permitiría conocer la estructura urbana de Durango en la Edad Media.
Esta arqueóloga reconoce que en los últimos años se ha avanzado en el reconocimiento social de trabajos como el suyo, aunque en ocasiones se choca con "intereses políticos, económicos y urbanísticos", aparte de las dificultades que supone tener que trabajar con poco tiempo.
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