Fujimori se retira y convoca elecciones en Perú
El presidente abandona tras destaparse que su jefe de espionaje sobornó a un diputado de la oposición
El presidente peruano, Alberto Fujimori, sorprendió ayer a su país al anunciar la convocatoria de elecciones generales, en las que él no tomará parte. Un Fujimori con aspecto tenso realizó su anuncio al dirigirse por radio y televisión a su país, el sábado por la noche (madrugada de ayer, hora peninsular española), después de dos días de absoluto silencio sobre un escándalo que implicaba a su poderoso asesor y responsable de sus servicios de espionaje, Vladimiro Montesinos. Así, el dirigente latinoamericano más veterano, después de Fidel Castro, anunciaba una sorprendente retirada de la que aún no se conocen sus claves. Un vídeo que muestra a Montesinos sobornando a un diputado, supuestamente difundido por militares, ha sido el detonante.
Lo dijo el congresista Henry Pease: "Primero tuvo que renunciar Fujimori para que se vaya Montesinos". Esto da una idea de cómo estaban las cosas en el Gobierno del presidente peruano, Alberto Fujimori.Sorprendiendo una vez más a tirios y troyanos, Fujimori resolvió con su dimisión la crisis política más severa de sus 10 años de gobierno. Habían pasado 48 horas desde que el congresista opositor Fernando Olivera difundió un vídeo en el que se presentaba a su más cercano colaborador y jefe del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), Vladimiro Montesinos, en un acto de presunto soborno.
Fuentes del entorno presidencial dijeron a EL PAÍS que Fujimori tomó la decisión solo. Sorprendió a todos: a los militares, a sus ministros y colaboradores más cercanos, así como a la oposición. Una hora antes de difundir en televisión y radio su dimisión reunió a un grupo de sus ministros y amigos personales en el palacio de Gobierno para que conocieran la decisión, que calificó de irrevocable. Sus ministros estuvieron en desacuerdo, pero no había marcha atrás.
Fujimori sorprendió, sobre todo, a los militares, lo cual es inédito, pues siempre consultó todo con ellos a través de Montesinos. Los ministros siempre se enteraron después de los asuntos clave, como, por ejemplo, el golpe del 5 de abril de 1992, que les fue comunicado una vez producido.
Militares sin defensa
Lo sucedido dejaría sin defensa alguna a los militares y a Montesinos por futuras acusaciones sobre corrupción y violaciones de los derechos humanos. En el peor escenario, los viejos guardianes del fujimorismo esperaban negociar un cierto tipo de impunidad amparados en la absoluta mayoría en el Congreso, de la que se hizo Fujimori comprando tránsfugas luego del proceso electoral que no le otorgó el respaldo mayoritario de los peruanos. Aunque el mecanismo del diálogo con la oposición le fue impuesto a Fujimori por la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Administración estadounidense de Bill Clinton, a resultas del viciado proceso electoral de abril de 2000, de todos modos el Gobierno buscaba hacer concesiones durante el mismo para terminar de legitimarse y culminar su mandato en el año 2005. Ello permitiría contar con un mecanismo de salvaguardia para las acusaciones que vinieran. Ahora, en cambio, la situación perfila un Congreso donde los fujimoristas serán clara minoría. Esta indefensión es lo que más preocupa a los militares, sorprendidos por la decisión de Fujimori, según dijeron a EL PAÍS. La misma fuente dijo que había que esperar las próximas 48 horas para vaticinar una estabilidad en los siguientes meses. Sintomáticamente, éste es el único anuncio trascendental de Fujimori que no ha contado con el automático respaldo de las Fuerzas Armadas. Sintomático es, asimismo, que hasta anoche no se conocía el paradero de Montesinos.
En un mensaje de sólo seis minutos, Fujimori convocó a elecciones generales, en las que, "demás está decirlo, no participará quien habla". Anunció, además, la desactivación del sistema de espionaje nacional.
Fujimori dijo en su discurso, sin perder la sonrisa, que, después de una profunda reflexión y una evaluación objetiva de las circunstancias, había tomado la decisión de terminar su Gobierno.
"Es mi obligación moral como presidente de la República tomar una decisión ante esta situación que, además de frenar el proceso de recuperación económica, atenta contra las legítimas expectativas de progreso de los mismos peruanos", dijo Fujimori.
El mandatario no fijó la fecha para las próximas elecciones. Tampoco precisó el paradero de Montesinos. Se refirió indirectamente a él calificando de "grave" la denuncia de soborno en la que está implicado y expresando que su postura es "clara y tajante", y no es otra que la de "respaldar una severa investigación para determinar responsabilidad ante la ley".
Finalmente, Fujimori agradeció profundamente a quienes votaron por él y pidió comprensión a sus partidarios. "Confío en que el pueblo peruano sabrá con madurez continuar el camino del progreso. En ese camino estaré yo hasta siempre identificado con el pueblo".
Un diario especulaba el sábado con que la difusión del vídeo era un acto de venganza del Ejército por el destape del caso del tráfico de armas a la guerrilla colombiana, en el que Montesinos aparecía como héroe y artífice y se responsabilizaba a mandos militares. Los vídeos los mandaba grabar el propio Montesinos, supuestamente, para mantener controlados a los sobornados.
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