La televisión de Castilla-La Mancha costará 4.000 pesetas por habitante y año

Canal barato

El Gobierno de Castilla-La Mancha (PSOE) y el PP llegaron ayerdefinitivamente a un acuerdo para la puesta en marcha de la radiotelevisión autonómica en esa comunidad. Según anunció el consejero de Presidencia, Isidro Hernández Perlines, el pacto alcanzado establece que su coste no superará las 4.000 pesetas por habitante y año, lo que le convierte en el ente público "más austero del país".También hubo acuerdo en los contenidos. PSOE y PP se muestran a favor de una programación plural, de calidad y que sirva, asimismo, para introducir las nuevas tecnologías en el conjunto de Castilla-La Mancha. En este sentido, se prevé que los espectadores puedan acceder a Internet a través de la propia televisión. En el terreno de los informativos se apuesta por respetar la pluralidad política, social y geográfica de la comunidad.

Los dos grupos consensuarán los nombres de los vocales que integrarán el Consejo de Administración del ente: siete en representación del PSOE y seis propuestos por el PP, que se harán públicos hoy.

El acuerdo llega después de la aprobación en las cortes regionales, el pasado mes de mayo, de la ley para la puesta en marcha del tercer canal en Castilla-La Mancha. Entonces, los populares votaron en contra argumentando que esta comunidad autónoma tenía otras prioridades, algo que siguen manteniendo.

El presidente regional del PP, Agustín Conde, que cerró ayer el acuerdo con el consejero de presidencia, se mostró satisfecho porque incluye sus peticiones. Se ha conseguido, según dijo, "una televisión barata", con una programación de calidad, "porque queremos huir de la telebasura", y que sea "compatible con la implantación de las nuevas tecnologías". "Queremos", añadió, "que a través de la pantalla de televisión se pueda leer el correo electrónico o visitar una página web, sin necesidad de comprar un ordenador o saber informática".Aunque según el consejero de presidencia "no hay ningún fleco pendiente", falta aún por concretar sobre el papel otra de las peticiones que los populares consideraban irrenunciables. Conde se muestra partidario de "aclarar más" que las sociedades filiales que se puedan encargar de la producción o comercialización tengan el 100% de capital público. "No queremos que alguien entre por la puerta de atrás para beneficiarse del negocio de una televisión", concluyó.