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HISTORIA

Una revisión de las Germanías abre un curso en Valencia sobre Carlos V

Ferran Bono

Cruzada interior

Una revisión crítica de algunos de los estigmas sancionados por la historiografía con respecto al movimiento revolucionario valenciano de las Germanías (1519-1522) abrió ayer el curso Los valencianos en el imperio de Carlos V que, organizado por la UIMP, se celebra en la Biblioteca Valenciana, emplazada en el monasterio de Sant Miquel dels Reis. El profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona Ricardo García Cárcel repasó, por una parte, la consideración de las Germanías como una "revolución provinciana", de segunda categoría, aislada y "resignada"; y por otra, el "extremismo radical" de la revuelta de artesanos y labradores contra el sistema feudal, que pretendía cambiar el mundo, en contraposición con las comunidades de Castilla, que sí tenían un proyecto político. García Cárcel señaló que hasta 1520 los agermanats mantuvieron una "muy buena relación" con el imperio, y con Carlos V, en contra de la actitud de rechazo e indiferencia de éste hacia la revuelta extendida en gran parte de la historiografía. Una relación que cambió a partir de esa fecha y la coronación como emperador de Carlos V. Surgen entonces entre los agermanats alternativas al reinado del mismo, como el duque de Calabria, al tiempo que se recrudece la lucha.

El historiador también debatió la idea de soledad y provincianismo de la revuelta e hizo hincapié en la interrelación con otras comunidades dentro de la Corona de Aragón y fuera. Sostuvo que la falta de una batalla definitiva, como podría ser la de Almansa, por ejemplo, contribuyó a extender esa idea.

García Cárcel, además, aludió al sucursalismo, el adocenamiento y la castellanización atribuidas al reinado de Germana de Foix para señalar que existen signos contrarios a esta idea que atestiguan un intento de mantenimiento de los signos de identidad valenciana.

El profesor de la Universidad de Valencia Rafael Benítez Sánchez-Blanco se centró, por su parte, en la cruzada interior que se libró en tierras valencianas durante el reinado de Carlos V. "El monarca subordinó la política morisca a los intereses generales de su política", apuntó el historiador en sus conclusiones. Carlos V no podía permitir por prestigio y coherencia la permanencia de mudéjares (minoría que conservaban su religión musulmana) en sus tierras mientras luchaba "contra el rey turco", añadió. Sin embargo, debido a los frentes abiertos en el exterior, Carlos V no fue especialmente virulento en resolver el conflicto de la conversión de los mudéjares. La resistencia cultural de los moriscos fracasó poco a poco. Sánchez-Blanco mencionó también las similitudes y diferencias de la evangelización de México y del Reino de Valencia y concluyó indicando que "no todo lo hecho responde a una estrategia negativa". El curso, que finaliza el próximo viernes, fue inaugurado por el director general del Libro, José Luis Villacañas, y el director de la UIMP en Valencia, José Sanmartín. El director del encuentro es el historiador Bernard Vincent.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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