Francia abre consultas en la UE para levantar las sanciones a Austria

La presidencia francesa de la Unión Europea abrió ayer consultas con el resto de socios sobre el informe de los sabios acerca de la situación política en Austria. Una ronda de conversaciones que medios comunitarios interpretan como un primer paso para levantar, dentro de muy pocos días, las sanciones impuestas el 31 de enero pasado en un intento, fracasado, de impedir el acceso de la extrema derecha al Gobierno de Viena.

"Estoy a favor de un levantamiento rápido de las medidas", declaró ayer en Versalles el primer ministro de Luxemburgo, el influyente Jean-Claude Juncker. Veterano ya en el Consejo Europeo, y responsable también de la cartera de Economía y Finanzas, Juncker asistía en Versalles a una reunión de ministros de este ramo que estudiaban la situación del euro. Y la crisis que atraviesa la moneda europea no es ajena a la rapidez con que pueden ser levantadas las sanciones.Dinamarca, un país en el que nunca se ha entendido del todo la intromisión de la UE en la política interna austriaca, decidirá el próximo día 28 en referéndum si se adhiere o no a la moneda europea. Un levantamiento de las sanciones podría contribuir a un triunfo del sí danés al euro y evitar de esa manera que crezcan las dudas políticas en torno al futuro de la moneda europea.

A la pregunta de si hay ya una clara mayoría de países a favor de levantar las medidas contra Austria, el primer ministro luxemburgués respondió que sí. El ministro francés de Economía, Laurent Fabius, fue más prudente. "No he leído el informe", dijo, evitando así pronunciarse sobre su contenido. Sí lo hizo el belga Didier Reynders. "El informe me ha reafirmado en la opinión que ya tenía sobre el FPÖ", afirmó, insinuando así que Bélgica alberga aún dudas sobre la naturaleza democrática del Partido Liberal de Jörg Haider.

Para el ultraderechista Haider, el informe de los tres sabios es "una victoria de la democracia y también de la firmeza del pueblo austriaco". El ejemplo de Austria demuestra, dijo, "lo que puede suceder a un país pequeño con el centralismo de Bruselas".

El jefe del Gobierno regional de Carintia y figura clave del Partido Liberal Austriaco (FPÖ) celebró la evaluación hecha por el ex ministro español de Asuntos Exteriores Marcelino Oreja, el alemán Jochen Frowein, experto en derecho internacional, y el ex presidente finlandés Martti Ahtisaari sobre la "naturaleza" del FPÖ y la labor del actual Gobierno austriaco, en la que como conclusión se recomienda a los demás miembros de la UE levantar las sanciones impuestas a Austria.

Aunque el informe advierte como algo muy preocupante que el FPÖ haya utilizado "sentimientos xenófobos en campañas electorales" e intentado "silenciar o incluso criminalizar a opositores políticos", Haider se mostró satisfecho de que los expertos no llamaran a su partido ni "fascista" ni "extremista", sino "populista de derechas con elementos radicales". No cree que esto suponga un "blanqueo" del FPÖ porque "nadie estaba sucio". Haider sostiene que "lo que ha cambiado es Europa y no nosotros".

El locuaz populista arremetió una vez más contra el presidente de Francia, Jacques Chirac, decidido crítico del ascenso de la extrema derecha en Austria. Haider, que había llamado al presidente francés "Napoleón de bolsillo", dijo ahora que Chirac acaba de padecer un "Waterloo", porque "los napoleones siempre acaban en Waterloo". También criticó en tono triunfalista al canciller alemán, Gerhard Schröder, por haber jugado "un papel lamentable creyendo que si manchaba a Austria podría despedirse de la carga histórica de Alemania".

Haider anunció que se tomará "muy en serio" las críticas de los sabios . Pero esto no supone que nadie tenga que dimitir, dijo aludiendo al ministro de Justicia, Dieter Böhmdorfer, antiguo abogado defensor de Haider en sus litigios con la prensa. Los sabios acusan al ministro por su actitud "no conforme con sus obligaciones como órgano del Estado", en concreto por no haber levantado la voz cuando el FPÖ propuso penalizar a los políticos austriacos que cometan la "traición" de hablar mal de la patria en el extranjero.

Ayer, Haider se pronunció una vez más partidario de este tipo de persecución, mientras los partidos de oposición, el socialdemócrata y el verde, exigieron la dimisión de Böhmdorfer, basándose en las firmes críticas del informe de los sabios.

El político austriaco agradeció la "inteligente discreción" que demostraron en los últimos tiempos sus "muchos amigos en la vecindad", en particular en Eslovenia e Italia, país que visita con frecuencia. En Génova acaba de fundarse un movimiento político llamado "Con Haider por la libertad".

Umberto Bossi, líder de la Liga Norte, celebró ayer el informe de los sabios y afirmó que comparte con Haider "sus opiniones sobre la inmigración, su escepticismo acerca de la ampliación europea y la defensa de la cultura local".