Eslava Galán novela su experiencia en la escuela franquista

Cuando tenía 20 años, Juan Eslava Galán (Arjona, Jaén, 1948) anotó en cerca de 90 folios sus recuerdos "todavía frescos" de las escuelas franquistas en las que había estudiado. A partir de esas anotaciones, el escritor ha construido ahora una novela, Escuela y prisiones de Vicentito González (Muchnik Editores), en la que ofrece una visión de conjunto de lo que fue la enseñanza y la sociedad española, entre los años cincuenta y sesenta. "Se trata de un punto de vista escolar, pero también de una experiencia vital", cuenta el escritor, quien optó por la narrativa porque era el único género que le permitía reflejar sentimientos. La obra está dedicada a su hija María, que empieza a ir al cole y dice que le gusta. "Criaturita". A partir de ese guiño, Eslava Galán construye un friso de la escuela y los profesores de aquellos años en los que la letra entraba con sangre. Escuela y prisiones de Vicentito González es también un homenaje al Lazarillo de Tormes y a la novela de picaresca. Cada capítulo de la obra corresponde a una escuela diferente, pasando de los años de hambre a los de desarrollismo.

Eslava Galán describe a Vicentito González como "un transgresor absoluto", pero "gracias a esos transgresores ahora vivimos en democracia". El escritor, que ha ganado premios como el Planeta o el Fernando Lara, tiene la costumbre de entregar varias copias de los manuscritos a personas cercanas antes de que se editen. "A la gente más joven, la novela le parece un libro de humor", cuenta el escritor quien reconoce que, con el paso del tiempo, las escenas descritas en la novela se convierten en situaciones hilarantes con un fondo amargo.