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El fiscal ordena investigar si la planta de purines afecta a la salud

El fiscal jefe de Medio Ambiente, Josep Joaquim Pérez de Gregorio está estudiando las denuncias interpuestas por algunos vecinos próximos a la planta de tratamiento de purines de Les Masies de Voltregà para clarificar si las emanaciones de ésta son las culpables de los problemas respiratorios que han sufrido en los últimos meses. Por orden del fiscal, los Mossos d'Esquadra han iniciado una investigación de los casos de problemas de salud denunciados por vecinos de la instalación, quienes atribuyen sus dificultades para respirar al mal olor que desprende la planta.

Durante esta semana, agentes de la Unidad de Medio Ambiente de los Mossos d'Esquadra han tomado declaración a los vecinos afectados para descubrir si del funcionamiento de la planta se puede derivar algun delito contra el medio ambiente y la salud de las personas. Los agentes también tienen previsto hablar en los próximos días con entidades ecologistas, como el Grup de Defensa del Ter, que ha denunciado en repetidas ocasiones el mal funcionamiento de la planta.Para completar la investigación, los Mossos hablarán con los responsables de las instalaciones, el Grupo Guascor, y se tomarán muestras para realizar análisis de la planta. Una vez concluida la investigación, el fiscal decidirá si se presenta denuncia o no ante el juzgado.El fiscal ha empezado la investigación "por los indicios de delito", aunque no considera el caso como prioritario y por ese motivo no había iniciado anteriormente las diligencias.

La planta se inauguró en mayo de 1998 y desde el principio ha estado en el ojo del huracán a raíz de los problemas de funcionamiento. El fuerte mal olor que emanaba de las instalaciones ha sido objeto de numerosas quejas por parte de los vecinos de Les Masies y otros pueblos próximos, quienes recogieron 1.500 firmas y las entregaron al Ayuntamiento para exigir que se buscasen soluciones al mal funcionamiento de la planta.

Las quejas se agravaron en junio de este año, cuando los vecinos más cercanos a las instalaciones denunciaron que las emanaciones les estaban causando problemas de salud. Una de las denunciantes, Maria Camps, presentó un certificado médico en el que se acreditaba que en la madrugada del 9 al 10 de junio tuvo que ser atendida de urgencia porque se ahogaba. Camps vive a un kilómetro de la planta y sufre asma desde 1993. La denunciante atribuye el empeoramiento a la contaminación.

Los problemas que la planta ha tenido desde su apertura obligaron al Consejo Comarcal de Osona y al Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat a exigir a Guascor que solventase los desajustes de funcionamiento, especialmente en la cuestión de la oxigenación de purines y el lavado de gases, para que la planta no emanase mal olor. El primer plazo terminaba en junio, pero los responsables de la planta pidieron más tiempo. El segundo ha concluido esta semana.

Un año nefasto

Guascor ha invertido más de 400 millones de pesetas para arreglar los desajustes de funcionamiento de la planta de purines y ha asegurado que los problemas se han terminado. El próximo martes, la instalación entrará de nuevo en funcionamiento y se podrá comprobar si las medidas adoptadas terminan con el mal olor.Jaume Portús, gerente del Consejo Comarcal de Osona, ha afirmado: "Guascor ha cumplido las modificaciones pactadas y ahora sólo cabe esperar a que den buen resultado". De momento, Portús ha mostrado su confianza en el buen funcionamiento de la planta, pero ha reiterado que "si las cosas no van bien, el consejo no permitirá que se abra la segunda planta que la empresa está construyendo en Osona. Y respecto a la de Les Masies, no sé qué se tendrá que hacer".

La planta se construyó para resolver el problema de excedente de excrementos de ganado porcino existente en Osona. Desde el Grupo de Defensa del Ter (GDT) se ha criticado esta solución para resolver el excedente ya que el GDT es partidario del reequilibrio del riego de las tierras y de la reducción de cabezas de ganado de los grandes explotadores.

El GDT denunciaba esta semana que el máximo interés de los responsables de la planta no es el tratamiento de purines, sino el negocio que consigue generando energia eléctrica y cobrando la prima de la Generalitat por obtener esta energia.

El grupo ecologista insiste en pedir el desmantelamiento de la planta si continúa originando problemas, así como exigir "responsabilidades políticas y económicas a aquellos que nos han vendido la moto".

La planta debía tratar 160.000 metros cúbicos de purines al año, pero los problemas que ha sufrido sólo le han permitido tratar 25.000. A partir de la semana próxima, la planta empezará otra vez el tratamiento de purines y progresivamente incrementará su producción hasta llegar al 100% de su capacidad a finales de octubre.

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