Alicante pide ayuda a la UE para revitalizar el centro de la ciudad y frenar su envejecimiento
Con el mayor de los sigilos para no levantar infundadas expectativas, el Ayuntamiento de Alicante ha presentado a la Comisión Europea un proyecto para regenerar de forma global una franja importante de su centro histórico, el que se corresponde con el arrabal de San Antón y el primer ensanche de la ciudad hacia el interior, conformado por los barrios Carolinas Bajas, parte del centro y Campoamor. Sobre esta franja geográfica situada entre los montes Benacantil y Tossal, Urban 2000 combina un ambicioso proyecto urbanístico con actuaciones sociales y económicas.
El diagnóstico sobre buena parte del centro histórico que las autoridades de Alicante han trasladado a la Comisión Europea es desalentador. "En los últimos años ha perdido su carácter comercial y residencial", se lee en el capítulo de principios generales de la propuesta de actuación. "Existe un alto nivel de despoblamiento, alta tasa de envejecimiento, muy mala situación del parque de viviendas, decaimiento comercial y aparición de amplias bolsas de marginalidad y pobreza". Situada entre dos hitos geográficos (los montes Benacantil y Tossal), esa parte de la ciudad ha permanecido ajena a cualquier tipo de tratamiento urbano durante décadas, lo que explica su situación actual, a caballo entre el casco antiguo, sobre el que inciden las inversiones de las administraciones públicas, y los barrios periféricos con vida propia y alto nivel de dotaciones.La zona, insiste el informe, tiene una población "bastante envejecida", con un alto nivel de hogares de un solo miembro y familias monoparentales, a las que en los últimos años se ha sumado la presencia importante de minorías étnicas y grupos de inmigrantes.
Para hacer frente a esta situación, el Ayuntamiento persigue que la revitalización integral del centro de Alicante pueda acogerse al programa Urban, una iniciativa de la Comisión Europea que, financiada con fondos Feder, plantea la regeneración económica y social de ciudades y barrios en crisis.
La idea consiste en poner en marcha estrategias de regeneración económica de esas zonas urbanas en declive, sin que ello implique una pérdida de su identidad histórica. El bautizado como plan Urban 2000-2006 plantea, en el plazo de seis años, integrar los cuatro barrios objeto del informe (San Antón, Carolinas Bajas, parte del centro y Campoamor) en el resto de la ciudad, primando dotaciones públicas y residenciales, aprovechando potencialidades y economías de escala existentes y con la puesta en marcha de planes específicos de promoción de realojos, autoempleo e instalaciones culturales.
La actuación es global y multidisciplinar, y por tanto requiere de un consenso previo de todas las fuerzas sociales, requisito que exige el Ministerio de Hacienda para tramitar la solicitud de financiación a la Comisión Europea. Para ello, el alcalde de la ciudad, Luis Díaz Alperi, ha convocado al Consejo Económico y Social, que se reunirá el viernes para conocer la iniciativa y debatir estrategias. En ese órgano consultivo se integran, aparte de los grupos políticos, representantes de los sindicatos mayoritarios, la patronal, Cámara de Comercio y Universidad.
Entre las actuaciones propuestas, la más ambiciosa, tanto por la inversión requerida como por su filosofía de usos, sería la construcción de un centro dotacional de gran tamaño en el que compartirían espacio desde la promoción de nuevas tecnologías hasta instalaciones culturales, guardería de empleo, viveros de empresas, centro de mayores y complejo deportivo. El lugar reservado para esa dotación es el suelo de la antigua lonja, que hoy acoge un aparcamiento de vehículos. La urbanización de la fábrica de tabacos y el paseo de Campoamor también está prevista.
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