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LA SITUACIÓN EN EL PAÍS VASCO

Ibarretxe elude explicar cómo piensa seguir gobernando sin mayoría parlamentaria

Aurora Intxausti

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, inicia el nuevo curso político sin explicar qué piensa hacer para evitar que se paralice la actividad legislativa de su Ejecutivo, que sigue en minoría. Ayer, tras la primera reunión del Consejo de Gobierno, en San Sebastián, sólo dijo que "por encima de la estabilidad institucional" está el objetivo de "convivir en paz". Ibarretxe reconoció no haber logrado los objetivos que él, su Gabinete, el PNV y EA se marcaron en el Pacto de Lizarra. Un acuerdo, afirmó, que "está invalidado por la violencia de ETA y la ceguera política de EH".

Juan José Ibarretxe admitió ayer que él mismo, el Gobierno vasco y los partidos que lo sustentan, el PNV y Eusko Alkartasuna (EA), han fracasado en su intento de conseguir la paz a través del Pacto de Lizarra. Una autocrítica que, no obstante, estuvo acompañada de críticas a quienes han apostado por medidas policiales, en alusión al Ejecutivo que preside José María Aznar, para poner fin a la violencia de ETA. Su apuesta es consensuar tras su próxima ronda de conversaciones con los partidos vascos alguna iniciativa política para la resolución del conflicto.El lehendakari, que gobierna en minoría desde que no cuenta con el apoyo de Euskal Herritarrok (EH), la marca electoral de Herri Batasuna (HB), minimizó su debilidad y dijo que "por encima de la estabilidad en las instituciones" está lograr "una convivencia pacífica". No habló, pues, de elecciones anticipadas y se negó a revelar cómo va a resolver su inferioridad numérica para no paralizar la acción legislativa de su Gobierno por la falta de apoyos: cuenta con 27 parlamentarios mientras que la oposición -PP, PSE-EE, Unidad Alavesa e Izquierda Unida- suma 34; EH, que tiene 14 escaños, anunció que no asistiría a la Cámara excepto en ocasiones puntuales.

EH, "sin personalidad"

Sin hacer referencia a las pautas de diálogo establecidas por el ministro del Interior, Jaime Mayor, en la ronda de conversaciones que está manteniendo con los partidos democráticos, Ibarretxe dio a conocer los principios que regirán su próxima serie de consultas con las formaciones vascas. En ellas, dijo, se partirá "del reconocimiento de los ámbitos jurídico-políticos" en los que se vive; "del rechazo y la condena de la violencia" y "de la existencia de un conflicto de naturaleza política".Su propuesta es un diálogo en el que, partiendo del "derecho a la vida", cada uno tenga su legitimación para plantear lo que crea conveniente. En cualquier caso, descalificó tanto el Pacto de Lizarra como el de Ajuria Enea, que, dijo, son "instrumentos del pasado", y criticó en duros términos a EH por carecer de "personalidad política" para defender su proyecto.

Ibarretxe, que compareció casi al mismo tiempo que Aznar lo hacía en Madrid, asumió la responsabilidad de conseguir a través del diálogo alguna iniciativa política que permita avanzar en el proceso de pacificación.

A pesar de insistir en que no veta a nadie, en su llamamiento matizó que es imposible construir un foro si no hay una renuncia a la violencia. Y, en ese sentido, habló de la ofensiva de ETA y afirmó que la banda terrorista, "tras incrementar de forma dramática los atentados, no respeta a la sociedad vasca y desprecia su voluntad".

El lehendakari apeló también a la responsabilidad de los medios de comunicación en el proceso de pacificación, ya que, puntualizó, es "mucha". Por ello pidió a los informadores que reflexionen sobre cuál es "su aportación a un futuro" con vistas a lograr la paz.

Entonces, en tono grave, advirtió de que sus palabras "no son un reproche, sino una aportación desde la humildad". "Hemos hecho las cosas muy mal entre todos y es necesario una reflexión sobre la actuación a futuro, empezando por el lehendakari", aseveró.

EH asistirá a la llamada del lehendakari, aunque, según su portavoz Arnaldo Otegi, hay que hablar únicamente sobre cómo los vascos ejercen su "derecho a la soberanía", su "derecho a la libre autodeterminación".

La reunión que Mayor mantuvo el jueves con los socialistas sólo sirvió, según Otegi, para suscribir un acuerdo "en términos policiales" y definir una estrategia de "imposición" de la Constitución. "Lo que se vino a traslucir es un acuerdo nacional entre el nacionalismo español", concluyó. Luego, reprochó al PNV el que vaya a acudir a la cita del ministro y le pidió que abandone esa actitud "errática". Finalmente, se reafirmó en "la necesidad de un acuerdo nacional democrático entre las fuerzas democráticas, progresistas y patrióticas de este país" para lograr "un nuevo marco demócratico".

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Periodista. Trabajó en EL PAÍS entre 1985 y 2021, tanto en la redacción de el País Vasco como en Madrid. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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