El 'arlequín' de Picasso también fue pintor
El arlequín de Picasso era pintor y de Mont-roig del Camp (Tarragona). Se llamaba Jacint Salvadó y tuvo el privilegio de vivir el vanguardismo de la mano del creador malagueño y del pintor francés André Derain, para quienes posó como de modelo. Cintu Quadrus, sobrenombre con el que era conocido en su pueblo natal, entró en el ambiente artístico de París, adonde vivió, con la ayuda de Picasso, que le compró tres cuadros que forman parte del legado que dejó el artista cubista. La obra de Jacint Salvadó, muy poco conocida, se recupera ahora del olvido con una selección de 41 obras que se exponen, hasta el 17 de septiembre, en el centro cultural Església Vella de Mont-roig del Camp.Esta muestra antológica refleja la evolución del pintor, desde las obras figurativas hasta el geometrismo. Se pueden observar nueve apuntes, nunca expuestos, en los que Jacint Salvadó recrea paisajes de Mont-roig, obras de influencia cubista y del abstracto más geométrico. Estas obras, pintadas entre 1929 y 1972, han sido cedidas por la colección privada del valenciano Basilio Muro; por el hijo del artista, Roc Salvadó, y la familia Clariana-Gimferrer, de Sant Adrià del Besòs (Barcelonès), donde vivió una hermana del pintor. Destacan el Retrat de Claude Seyrol, óleo sobre tela, de 1924, Dona, de 1934 y Arlequí, este último un autorretrato del artista.
La muestra expone también una litografía original de Picasso del arlequín Jacint Salvadó.
Cintu Quadrus nació el 17 de octubre de 1892 y, con 15 años, se trasladó a Barcelona para estudiar en la Escuela de Bellas Artes de la Llotja. En 1919, con 27 años, se instaló en París y tres años después conoció a André Derain durante un baile de máscaras. Jacint Salvadó iba vestido de arlequín lo que cautivó al pintor impulsor del fauvismo y le pidió que fuese su modelo. Derain pintó cuatro cuadros de arlequines con la imagen de Salvadó. Poco después, Picasso "le robó el modelo" para hacer cinco de sus famosos arlequines, según explica Joan Ramón Reverté, coordinador de Cultura del Ayuntamiento de Mont-roig. Eso originó la ruptura de la relación que mantenían el pintor francés y el artista malagueño.
De la mano de Picasso, Jacint Salvadó entró en el ambiente de París y empezó a ser valorado por críticos famosos, como Georges Charensol y Waldemar George. En 1936 se instaló en Le Castellet, cerca de Marsella, donde murió en 1983. Salvadó expuso su obra en salas de París, Barcelona, Madrid, Valencia, Alemania, y Lisboa. Ahora, 17 años después de su muerte, el Ayuntamiento de Mont-roig ha querido rescatar su obra con esta exposición, abierta de martes a domingo, de 18.00 a 21.00 horas, y rendirle homenaje con el descubrimiento de una placa en la casa donde nació el artista.
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