Tres soldados israelíes mueren por 'fuego amigo' al intentar la captura del jefe militar de Hamás

Tres soldados israelíes de una unidad de élite murieron en la madrugada de ayer en una zona de Cisjordania que todavía ocupa en parte el Ejército de su país, al parecer por fuego amigo. Los militares intentaban apresar al jefe del brazo armado del grupo integrista Hamás, que resultó herido y huyó a la ciudad de Nablús, bajo control de la autonomía palestina. Esta acción tuvo lugar en un momento político delicado, en plenas negociaciones, y después de tres años sin atentados. En circunstancias similares, en el pasado Hamás ha contestado estas acciones con una ola de violencia.

La operación de la unidad de élite Duvdeván (Guinda), cuyos miembros suelen actuar de paisano o disfrazados de árabes, tenía por objeto detener al jefe del brazo armado de Hamás en Cisjordania, Mahmud Abu Hanud, el hombre más buscado por la seguridad de Israel. Abu Hanud, tras huir herido, se entregó a la policía palestina en Nablús. Se le considera responsable de varios atentados suicidas cometidos en Jerusalén hace tres años. Con él se hallaba Nidal Daulat, quien resultó herido y fue apresado por el Ejército israelí.Según las autoridades israelíes, Abu Hanud estaba implicado asimismo en una fábrica de explosivos de Hamás que descubrieron las fuerzas de seguridad palestinas en Nablús el mes pasado. En el lugar se encontraron cuatro toneladas de productos químicos para la fabricación de cargas explosivas.

El Ejército israelí informó a primeras horas de ayer de que alrededor de las nueve de la noche del sábado, sus soldados rodearon una casa en Asir al Shimalía para detener a Abu Hanud y al otro guerrillero que se encontraban en su interior. Ambos abrieron fuego desde el techo del edificio de dos plantas y, según esta versión, mataron a los tres militares. El portavoz militar explicó que "el resto de los soldados israelíes que se encontraban en el lugar respondió al fuego enemigo, aunque Abu Hanud huyó herido", y añadió que "el Ejército demolió la casa en la que se hallaban los terroristas".

Sin embargo, alrededor del mediodía tanto el jefe de Estado Mayor, general Saúl Mofaz, como poco después el primer ministro y titular de Defensa, Ehud Barak, reconocieron que "tal vez los tres soldados de Duvdeván murieron por fuego amigo debido a un grave accidente operativo". La operación duró hasta las diez de la mañana de ayer.

Tanto Barak como el general Mofaz afirmaron que "se trata de un incidente grave, por el que se ha pagado un precio muy elevado y doloroso, y que será investigado". Ambos calificaron a la unidad Duvdeván de "una de las mejores del Ejército israelí". Barak añadió que su país "puede exigir en un futuro a las autoridades palestinas la extradición del terrorista Abu Hanud", y prometió que "la lucha contra el terrorismo continuará con todas las fuerzas y sin pausa".

Pero esto puede constituir un problema para el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat, que busca la unidad y el consenso palestinos con vistas a un tratado definitivo de paz con Israel y la próxima proclamación del Estado independiente para su pueblo.

La aldea de Asir al Shimalía, donde vive la familia de Abu Hanud, está situada en la llamada Zona B, o sea, bajo el control civil y administrativo de los palestinos, pero cuya seguridad sigue en manos del Ejército israelí.

Arafat creó ayer mismo una comisión integrada por miembros de organismos de seguridad palestinos para que investiguen las circunstancias en las que se produjeron los hechos y decidan las medidas que deben tomarse respecto a Abu Hanud.

La intervención militar israelí generó un gran malestar entre los habitantes de la citada aldea. "Por la noche vinieron muchos soldados israelíes y decretaron el toque de queda; luego vi aviones que lanzaron bombas y ahora hay mucha sangre en el lugar en el que murieron los judíos", relató uno de ellos. Abu Hanud era visto ayer como un héroe por sus vecinos. "Los soldados recibieron su merecido porque fueron ellos los que vinieron aquí", declaró otro.

Hamás calificó lo sucedido de "logro extraordinario para el movimiento y para todo el pueblo palestino en el enfrentamiento con el Ejército israelí, que recibió un duro golpe".