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Pujol hace un llamamiento para superar el rechazo a los vertederos

Varios proyectos chocan con la resistencia de los municipios

Cataluña es industrial y la industria genera residuos. Y si no hay vertederos que los recojan, no se puede hacer una política medioambiental correcta. El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, eligió ayer Bellver de Cerdanya y la inauguración del vertedero de residuos urbanos de la Cerdanya, para hacer un llamamiento para que cese la resistencia a este tipo de proyectos, y especialmente a la construcción de vertederos de residuos industriales, que son los que más rechazo provocan.

En su primer día de actividad oficial tras el regreso de vacaciones y antes de emprender anoche un viaje a Chile y Uruguay, Pujol visitó ayer el vertedero comarcal de la Cerdanya, la deixalleria de Puigcerdà, el nuevo acceso del núcleo de Baltarga (Bellver de Cerdanya) y la futura sede del Consejo Comarcal de la Cerdanya. El presidente mostró su preocupación por el problema de los residuos industriales.Justo antes de las vacaciones, en junio pasado, el Gobierno que preside tuvo que dar marcha atrás en el proyecto de construir un vertedero industrial en Juncosa, por la tenaz oposición de 14 municipios de la zona. Y este mes de agosto, los municipios de Muntanyola y Oristà mostraron su oposición a que se instale en sus términos el vertedero industrial que se proyecta en la comarca de Osona.

"Tenemos la planta de Constantí, que ha sido una contribución importante, pero debemos acabar de resolver el problema de los residuos totalmente", dijo Pujol. A juicio del presidente de la Generalitat, un modelo de país como el catalán, cuyo desarrollo económico está vinculado a la buena marcha de la industria, precisa de un sistema de verterderos que recoja aquellos residuos que ya no son aprovechables.

Pujol advirtió de que el primer responsable de los vertidos es el propio industrial y defendió la necesidad de que los empresarios se preocupen de implantar procesos productivos limpios. Pero advirtió de que, de todos modos, es inevitable que la industria produzca desechos: "Ni nosotros ni el país más avanzado del mundo llegaremos a un nivel de residuos cero. En Cataluña, la situación es ahora mejor que hace 4 o 5 años, pero debemos encontrar la fórmula para poder colocar todos los residuos que producimos", dijo.

El presidente insistió en que, si la construcción de las instalaciones es correcta, los vertederos industriales no tienen ningún efecto negativo. El presidente se refirió a lo ocurrido con el vertedero de la Cerdanya, que ha sido uno de los últimos en ponerse en servicio debido a la falta de acuerdo político sobre su ubicación definitiva. Y aseguró que la falta de solución a las basuras de la comarca había llegado a ser una "obsesión" para él. Le parecía lamentable que al llegar a alguno de los pintorescos pueblos de la Cerdanya, lo primero que viera el visitante fuera una nube de humo, la que saldría del basurero municipal.

Susanna Saez
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