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Reportaje:VERANO 2000

Ciclomotores, mucho ruido y poco casco

Con las calles cada vez más atestadas de vehículos de cuatro ruedas, los ciclomotores se presentan como el medio de transporte más cómodo y de más fácil aparcamiento. Su florecimiento también lleva aparejados problemas como el exceso de ruido y la escasa sensatez de muchos de sus usuarios, incapaces, por ejemplo, de acostumbrarse a llevar casco en la cabeza, aunque sí en el codo. Este fenómeno, presente desde hace unos años en todas las ciudades y grandes municipios andaluces, multiplica su presencia y su gravedad en las zonas costeras durante el verano. Las distintas regulaciones municipales tratan estos problemas de distinta manera, de modo que cada municipio inicia de cuando en cuando campañas de refuerzo y recordatorio de los reglamentos municipales. - Granada. El Ayuntamiento de Granada ha demostrado en los tres últimos años más preocupación por combatir el ruido que generan las motos y ciclomotores en la ciudad que por el incumplimiento de la obligación de usar casco, aunque esta falta es la que más denuncias origina: 2.462 en los cinco primeros meses de este año.

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El anterior gobierno municipal del PP aprobó en noviembre de 1998 una ordenanza para intentar reducir el estruendo causado por los alrededor de 38.000 ciclomotores matriculados en la capital. En ella se fijan multas de 5.000 a 15.000 pesetas para los ciclomotores que excedan en seis o más decibelios los valores de ruido aceptados como razonables o circulen con escape libre. Atendiendo a esta norma, la Policía Local ha realizado 141 controles de ruido en los cinco primeros meses de 2000, con el resultado de 116 denuncias por superar el nivel sonoro permitido.

El actual gobierno municipal (PSOE, IU y PA) ha aprobado una modificación de la ordenanza mencionada, que entrará en vigor dentro de pocos meses, que permitirá a los agentes de la Policía Local parar a los ciclomotores y que la grúa se los lleve al depósito municipal si su emisión de ruidos supone una falta grave (superar en más de seis decibelios los valores normales) o muy grave (circular con escape libre o ser reincidentes). Para poder retirar el vehículo del depósito, la Policía Local obligará a su conductor o propietario a subsanar las deficiencias que provocaron la intervención. Los gastos de transporte y reparación correrán a cargo del usuario.

- Almería. El parque de ciclomotores de la capital almeriense ronda la cifra de 23.000, repartidos entre los 18.406 que disponen de placa municipal y los 4.540 que lucen placa de la Jefatura de Tráfico. Es la ley de Tráfico la que marca las pautas de prevención y vigilancia de la Policía Local respecto a la utilización del casco o el uso del seguro, por ejemplo.

Una ordenanza sobre ruidos producidos por vehículos a motor, aprobada en 1998 por la anterior corporación, complementa la normativa vigente en lo que a contaminación acústica medioambiental se refiere. Dicha normativa prohibe la circulación de vehículos a motor y ciclomotores a escape libre, sin el preceptivo silenciador de las explosiones, tanto en las vías urbanas como interurbanas. Independientemente de una posible sanción -que puede ser de 15.000, 50.000 o 100.000 pesetas en función de una infracción leve, grave o muy grave- los agentes pueden inmovilizar el vehículo y trasladarlo al depósito municipal. La ordenanza establece que el interesado puede retirar su ciclomotor tras hacer efectiva una fianza de 15.000 pesetas. Desde ese momento, dispone de 15 días para reparar el vehículo. Tras una nueva y posterior inspección, y una vez comprobada que la emisión de ruidos se ajusta a los límites establecidos, la Policía Local devuelve la fianza. Sin embargo, esta variante de la normativa no se lleva a la práctica por "obstáculos administrativos" relacionados con dicha fianza. Fuentes del cuerpo de la Policía Local aseguran que se efectúan las diligencias oportunas para "salvar" esos obstáculos.

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Amén de la inoperancia de esta normativa, los controles específicos sobre cascos, ruidos y seguros de ciclomotores tienen un saldo de 80 denuncias diarias en Almería.

- Málaga. La Policía Local malagueña puso en marcha el 1 de agosto una nueva ordenanza sobre ciclomotores que incluye la novedad de retirar las motocicletas a los conductores que circulan sin casco. Esta medida fue acordada por la Mesa Interseccional para la Prevención de Accidentes de Tráfico en Jóvenes, compuesta por las diferentes administraciones, para intentar concienciar a los conductores de la utilización del casco. A raíz de esta nueva norma, la Policía Local realiza de vez en cuando controles para multar al infractor y retirarle el ciclomotor. Los ciclomotores retirados son transportados a un depósito donde los dueños pueden recogerlos si aparecen con el casco reglamentario en un plazo máximo de 48 horas. Por la retirada del ciclomotor no se paga, aunque las infracciones por circular sin casco ascienden a 15.000 pesetas.

El parque de motocicletas en Málaga es de 77.704, de las que 55.229 son ciclomotores. En los ocho primeros meses del año se han cometido 7.489 infracciones: la policía ha multado a 6.519 conductores por no llevar casco, a 15 por exceso de ruido, a 946 por saltarse los semáforos y a nueve por exceso de velocidad. Desde la implantación de la nueva normativa la policía no ha dado datos sobre motos retiradas y las infracciones cometidas, aunque sí es perceptible que la medida ha calado y el uso del casco es más frecuente que hace unos meses.

- Cádiz. En la ciudad de Cádiz, se localiza una de las concentraciones de ciclomotores y motocicletas más elevadas de toda España. Así lo indica la Jefatura Provincial de Tráfico, que cifra un ratio de 424 vehículos de estas características por cada mil habitantes, lo que da como resultado que la capital gaditana supere las 61.000 matriculaciones en todo tipo de motos. Se distinguen dos perfiles de conductores diferenciados. Al adolescente, que combina el uso del Ya sea por su manejabilidad, ya sea por la juventud de la mayoría de los conductores de ciclomotores, el caso es que las motillos se han erigido en vehículo preferente a la hora de cometer infracciones de tráfico. Basta salir a la calle para comprobarlo. La conducción sin casco se lleva la palma, y las autoridades andaluzas aún no han dado con el modo de conseguir que los conductores se den cuenta de la importancia de proteger la cabeza de posibles golpes; en comunidades como la catalana y la madrileña, por ejemplo, es cada vez más difícil ver a alguien sobre una moto sin casco. Tampoco es raro ver al conductor de ciclomotor que se asoma al semáforo en rojo, echa una mirada y, como si no fuera con él, cruza sin esperar al verde. El catálogo de infracciones más comunes se completa con la conducción a tres en motocicletas que admiten una o dos personas, adelantamientos por la derecha y circular en dirección prohibida o por la acera.ciclomotor como medio de transporte y forma de ocio, se ha sumado en los últimos años el trabajador de edad media, que sortea los continuos atascos con estos vehículos, o los residentes en barrios del casco antiguo o de zonas como La Laguna, donde el número de plazas de aparcamiento gratuito para automóviles se ha reducido como consecuencia de una campaña del Ayuntamiento de Cádiz para promocionar los aparcamientos subterráneos privados.

La Policía Local ha iniciado hace unos días un dispositivo con varios controles periódicos en cuatro puntos de la ciudad. Los primeros datos aseguran que una media de 200 conductores son sancionados diariamente por la infracción de las normas de circulación, fundamentalmente por no usar el casco obligatorio y por circular dos personas en el ciclomotor.

Además de la multa correspondiente, a los conductores que no lleven el casco se les retiene temporalmente el vehículo hasta que no vuelvan con el utensilio obligatorio de seguridad.

- Huelva. La carencia del casco obligatorio de protección y la circulación por lugares prohibidos son las infracciones más usuales de los conductores de ciclomotores onubenses. Las cuantías de las infracciones varían, aunque su importe medio es de 15.000 pesetas. En lo que va de año, se han inmovilizado 370 ciclomotores, de los 13.000 matriculados en la capital. Las razones más comunes fueron la contaminación acústica y la carencia de placa de matrícula o de seguro. La Policía Local ha intensificado los controles sobre el ruido y cuando el ciclomotor sobrepasa los 78 decibelios, intervienen el vehículo, de acuerdo a la ordenanza municipal. Los fines de semana, en horario de movida, los controles se intensifican para evitar conductores borrachos o sin casco.

ciclomotor como medio de transporte y forma de ocio, se ha sumado en los últimos años el Esta información ha sido elaborada por Francisco J. Titos, María José López Díaz, Arantza Coullaut, Fernando Pérez Monguió y Luis Eduardo Siles.

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