Detenido en Barcelona un matrimonio francés buscado por fraude al vender coches

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron ayer a un matrimonio francés que presuntamente vendía coches importados de forma fraudulenta a compatriotas suyos y sobre el que había una orden internacional de detención procedente de la Interpol, informaron fuentes de este cuerpo.La detención del matrimonio -B. B., de 40 años, y D. H., de 52- se produjo ayer cuando agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) localizó al hombre en la agencia de alquiler de vehículos donde trabajaba, en la localidad barcelonesa de Calella. Tras la detención, los agentes acompañaron a B. B. a su domicilio de Sant Andreu de Llavaneres (Barcelona), donde se encontraba su esposa, para que recogiera algunos objetos personales que necesitaba para su estancia en prisión.

La mujer fue identificada por los agentes, quienes constataron que sobre ella había una orden de busca y captura de la Audiencia Nacional, como presunta autora de otros delitos similares a los imputados a su marido.

La búsqueda del matrimonio se inició cuando la policía recibió una orden internacional de detención para la extradición a Francia de un hombre reclamado por el Tribunal de Grand Instance de París, acusado de 16 delitos de estafa y con una petición de condena de 10 años de cárcel y un millón de francos de multa. En la petición de la Interpol se señalaba que el buscado vendía coches importados de forma fraudulenta desde España a Francia y que se encontraba, bajo una identidad falsa, en alguna población de la costa catalana.

Por otro lado, efectivos del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron ayer a B. H. F., de 29 años, presunto autor hace nueve días de un robo a mano armada en una sucursal bancaria de Barcelona, cuando estaba desayunando en un bar contiguo a la oficina que atracó, según ha informó la Jefatura Superior de Policía. La detención se produjo cuando uno de los empleados de la Caja de Ahorros que sufrió dicho robo, ubicada en la carretera del Carmel, reconoció al atracador mientras éste desayunaba en un bar situado al lado de la sucursal que presuntamente había robado el pasado día 18, con un botín de 100.000 pesetas en monedas.