Las primeras investigaciones sobre la caída del Airbus en Bahrein apuntan a un fallo humano
No hubo supervivientes. Los familiares de las 143 víctimas del accidente del Airbus, que el miércoles cayó al mar tras dos intentos fallidos de aterrizar en Manama (Bahrein), comenzaron ayer la identificación de los cadáveres recuperados de las aguas del golfo Pérsico por los equipos de rescate. También han sido encontradas las dos cajas negras del aparato. Mientras expertos franceses y estadounidenses llegan a Bahrein para colaborar en la investigación, una primera hipótesis comunicada ayer por la televisión oficial de Abu Dhabi apunta a un error humano como causa del accidente.
Incendio de un motor
Decenas de personas buscaban ayer entre las fotografías facilitadas por las autoridades de Bahrein a sus familiares muertos en el accidente del avión de Gulf Air. La mayoría de los pasajeros eran ciudadanos de Bahrein, Egipto y Arabia Saudí. Las víctimas incluyen a 36 niños y en algunos casos son familias enteras que regresaban a casa tras las vacaciones de verano. Sus parientes, a los que en la tarde de ayer se unieron las familias egipcias llegadas en un vuelo desde El Cairo fletado por Gulf Air, examinaban las fotografías en un hotel de Manama antes de ser conducidos al depósito de cadáveres a recoger los cuerpos para su entierro. El avión, un Airbus A-320 que hacía el recorrido El Cairo-Manama, se estrelló en el mar a cinco kilómetros del aeropuerto de Bahrein. Según la versión de la televisión oficial de Abu Dhabi, el accidente se debió a un error humano y no a un fallo técnico. Según esta televisión, que cita a "expertos de la aviación civil" no identificados, una de las alas del Airbus A-320 "pudo quedar dañada" en el segundo intento de aterrizaje debido a un fallo del piloto, tras lo que el aparato pudo perder el equilibrio y precipitarse al mar.
El emirato de Abu Dhabi es, junto a Bahrein, Omán y Qatar, uno de los propietarios de la compañía Gulf Air.
Un equipo de Airbus, que hasta el momento se ha negado a especular con las causas que pudieron provocar el accidente, viajó ayer a Bahrein junto a dos expertos de la Oficina de Investigación de Accidentes (BEA) francesa para colaborar con la investigación oficial y ayudar en la lectura de las cajas negras. Según las reglas internacionales, la investigación debe ser dirigida por las autoridades de Bahrein, ya que el accidente ocurrrió en su territorio. Este reglamento también contempla que el Estado en que se matriculó el avión (Francia) y el constructor participen en la misma. A petición de las autoridades de Bahrein también se unirá a la investigación un equipo de expertos del Consejo Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) de Estados Unidos.
Fuentes de Gulf Air confirmaron ayer que no hubo ninguna comunicación del piloto a la torre de control que indicara que estaba teniendo problemas. "El sonido desapareció de repente", aseguró un portavoz. El Ministerio de Transporte de Bahrein aseguró que cuando el piloto se disponía a hacer la aproximación a la pista de aterrizaje pidió permiso para intentarlo de nuevo. Posteriormente solicitó hacerlo de nuevo pero en el tercer intento se precipitó al mar. El impacto pudo ser contemplado desde la torre de control. Las informaciones iniciales proporcionadas por testigos del suceso hablaban del incendio de un motor antes de que el aparato se precipitara al mar. Otro testigo afirmó haber oído una explosión. Las autoridades de Aviación Civil calificaron ayer estas informaciones de "pura suposición".Airbus precisó el miércoles que el aparato siniestrado había sido comprado por Gulf Air en septiembre de 1994 y tenía unas 17.177 horas de vuelo. Estaba equipado con un motor CFM56-5, un modelo muy utilizado en cientos de A-320, A-340 y Boeing 747 que goza de gran confianza entre los expertos.
En cualquier caso, un birreactor, como el modelo A-320, puede seguir volando con un solo motor, por lo que se considera que el problema tiene que ser muy grave para hacer caer el avión. Este modelo, además, es considerado muy seguro y sólo ha sufrido cinco accidentes con anterioridad al del miércoles desde su entrada en servicio en abril de 1988. En cuatro de ellos las investigaciones posteriores determinaron que fueron causados por errores humanos, mientras que en el quinto se conjugaron varios factores, incluidas las desfavorables condiciones atmosféricas.
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