Telefónica elige de nuevo a Sonera para pujar por una licencia de móvil en Italia

Después de Alemania, Italia. Telefónica está decidida a jugar hasta el final la baza de la telefonía móvil compitiendo también en la subasta de licencias de tercera generación que se adjudicarán en noviembre próximo en Italia. Al igual que en Alemania, también esta vez irá de la mano de la operadora finlandesa Sonera. La participación de las dos empresas, que concurren sindicadas, supera el 50% del consorcio Ipse 2000. Esta segunda alianza entre las dos operadoras se produce días después de que Telefónica anunciara su interés por comprar Sonera.

Telefónica será el socio mayoritario en el consorcio Ipse 2000, que acaba de constituir con otros seis grupos para pujar por una licencia de telefonía móvil UMTS en Italia. Sin embargo, su parte supera su 30% inicial si se le añade el 19% de Sonera (ambas operadoras han insistido en que su participación es sindicada) y el 5,3% que tiene en Atlanet, otro de los socios que conforman Ipse 2000. La suma de todas las participaciones, directas e indirectas, rebasa el 55% del total del consorcio. Ese porcentaje otorga a Telefónica el control, especialmente si se hace con la finlandesa Sonera, por la que mostró su interés la semana pasada. El Estado finlandés quiere vender el 52,9% que aún tiene de Sonera a una empresa extranjera de telecomunicaciones. Además de Telefónica, figuran entre las candidatas Deutsche Telekom y France Télécom. El diario económico The Wall Street Journal centraba la disyuntiva entre la española y la francesa.

La subasta comenzará en octubre y el Gobierno otorgará las licencias en noviembre. Entre los competidores seguros en la puja, además de los cuatro operadores GSM en Italia, figura el consorcio Andala.

El Gobierno italiano de centro-izquierda ha reconocido ya que no sueña ni remotamente con llegar a cifras semejantes a los 8,4 billones de pesetas que se embolsó el Gobierno de Berlín hace unos días con la venta de las licencias UMTS, pero el boom de la telefonía móvil en Italia es tal que permite suponer que la puja será fuerte. Aunque la subasta parte desde un precio base de 1,7 billones de pesetas, superará los 11.200 millones de dólares (unos 2,06 billones de pesetas), según el diario Financial Times. Tanto, que los numerosos aspirantes a repartirse la suculenta tarta de los llamados supercellulari se han visto obligados a reagrupar sus fuerzas en una febril carrera que ha visto, en el plazo de los dos últimos días, disolverse consorcios ya consolidados y crearse otros, caso de Ipse.

Toda vez que los cuatro operadores de móviles GSM (Tim, Omnitel, Wind y Blu) están obligados a luchar hasta el final para obtener una licencia UMTS, los observadores italianos creen que la verdadera batalla para obtener la quinta licencia se librará entre Ipse y Andala. Un frágil contendiente para Telefónica si no fuera por el reciente acuerdo alcanzado entre Tiscali, empresa de Internet que integraba el consorcio, con Hutchison Whampoa, que ha asumido el 51% de Andala y que se encargará de financiar la nueva licencia y las inversiones.

Lo cierto, sin embargo, es que la decisión de Hutchison de renunciar a una de las licencias que acababa de obtener en Alemania ha despertado dudas sobre la seriedad de sus intenciones. Renato Soru, creador de Tiscali y de Andala, ha declarado que la firma de Hong Kong se plantea la puja italiana con mucha seriedad. La renuncia en Alemania habría estado motivada precisamente por la necesidad de reservar fondos para la puja italiana.

Descalabro bursátil

Los mercados siguen censurando la euforia de las operadoras europeas en la batalla por la telefonía móvil. Telefónica encabezó ayer la lista de los números rojos con una caída del 3,86% respecto a la jornada anterior. En sólo cinco sesiones, la operadora ha perdido 3,05 billones de pesetas de su valor en bolsa, lo que rebaja su capitalización bursátil hasta 14,65 billones.Sus competidoras europeas tampoco se salvaron ayer del castigo de los mercados. KPN retrocedió un 2,81%, Vodafone, un 2,68% y British Telecom, un 1,73%. Según los analistas, estos descensos siguen siendo la respuesta a los altos precios pagados en Alemania por las licencias UMTS y el temor ante derroches similares en las próximas concesiones previstas en Italia, Suecia y Francia.