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LA OFENSIVA TERRORISTA

El Gobierno respalda la propuesta del Ejecutivo vasco de crear una mesa de partidos sin HB

Luis R. Aizpeolea

La situación política del País Vasco entra en una nueva dinámica. La propuesta del portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, de constituir una mesa de los partidos vascos, con la exclusión de HB, abre una nueva etapa en la política vasca. El cambio de actitud del Gobierno vasco, del PNV y EA, permitirá que el PP vasco acuda a esa mesa -hasta ahora se negaba porque se invitaba a HB-. Si esta decisión se materializara se romperían dos años de bloqueo. "Eso es el Pacto de Ajuria Enea", comentó el ministro del Interior, Jaime Mayor, sobre la propuesta del Gobierno vasco.

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La ronda de todos los partidos democráticos, incluidos el PNV y EA, para abordar la política antiterrorista, anunciada el pasado jueves por Mayor e impulsada desde la sombra por la nueva dirección del PSOE, no es la panacea que resolverá el reto terrorista, pero ha sido capaz de dar los primeros pasos hacia una nueva dinámica política en el País Vasco: la reanudación de las relaciones entre las formaciones democráticas y el aislamiento de los que apoyan a ETA.Esta situación es inédita desde que hace dos años el PNV, Eusko Alkartasuna (EA) e Izquierda Unida (IU) suscribieran con HB el Pacto de Lizarra, que ha dado cobertura política al nacionalismo radical y a ETA. Con ello no se termina con el terrorismo etarra, pero se crean las bases políticas para erradicarlo si se profundiza en esta dinámica, según apuntaban ayer el Gobierno y el PSOE.

La convocatoria, anunciada por Imaz, de una mesa de partidos vascos sin HB sería el primer fruto de la nueva dinámica política, según los interlocutores populares y los socialistas que han promovido la ronda de reuniones. "El PNV está rompiendo con el Pacto de Lizarra por la vía de los hechos", dijo Jesús Caldera, jefe de la delegación del PSOE en los contactos para la lucha antiterrorista.

Imaz defendió una mesa de partidos vascos, de la que estaría ausente HB en una primera fase, basada en los principios de ausencia de violencia y respeto a la pluralidad, a todos los proyectos políticos y, sobre todo, a la voluntad de la sociedad vasca.

El recuerdo de la creación paralela del Pacto de Ajuria Enea y Madrid, hace 12 años, latía ayer entre populares y socialistas, animadores de la ronda que protagonizará Mayor en los próximos días. Fue aquél, como éste que se inicia ahora, un proceso paulatino de acercamiento de los partidos democráticos, presionados por una opinión pública harta del terrorismo y sus complicidades políticas.

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El resultado fue una doble mesa de partidos cuyo objetivo era acabar con el terrorismo y aislar a sus cómplices políticos, HB, hasta que condenaran la violencia. Joseba Arregi, parlamentario del PNV y portavoz del Gobierno vasco con el lehendakari José Antonio Ardanza, ha recordado que ese instrumento es el que más daño ha hecho a ETA en su historia.

El temor a un regreso del PNV a posiciones próximas al Pacto de Ajuria Enea ha puesto nervioso al portavoz de EH, Arnaldo Otegi, que le advirtió ayer de que su participación en la ronda anunciada por Mayor le convertiría en "cómplice" de la política del Gobierno.

La propuesta del Ejecutivo vasco contó inmediatamente con la opinión favorable del presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, quien subrayó la ausencia de HB de la citada mesa y la recuperación de la unidad democrática. Mayor destacó que esa propuesta supone "volver al periodo de Ajuria Enea" para reunir a los demócrátas. "Es una propuesta que parece que está bien vista tanto por Interior como por el Gobierno", insistió, informa Juan Carlos Sanz.

La de ayer fue la primera aproximación entre el Gobierno y el PNV tras dos años de durísimos enfrentamientos a causa de la participación de los nacionalistas en el Pacto de Lizarra.

Ayer se producía también un hecho importante en la nueva dinámica en Euskadi: la Ertzaintza impedía que los proetarras introdujeran la urna de Ekain Ruiz, uno de los terroristas muertos en Bilbao, en el Ayuntamiento de Hernani, en cumplimiento de la decisión del Tribunal Superior de Justicia.

Nueva dinámica política

El nuevo escenario abierto en el País Vasco no es ajeno a la recuperación de la unidad democrática iniciada por el PSOE y el Gobierno. Los interlocutores de ambas instancias en la lucha antiterrorista -el ministro Jaime Mayor; el secretario general de la Presidencia, Javier Zarzalejos; el portavoz parlamentario del PSOE, Jesús Caldera, el ex portavoz de la Ejecutiva socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el líder del PSE, Nicolás Redondo- han sacado como conclusión en sus largas conversaciones que la recuperación de la unidad de los partidos democráticos y el aislamiento de ETA y su entorno político es condición necesaria para acabar con el terrorismo. Parten también de que hay un clamor popular a favor de la unidad de los demócratas a la que hay que responder. Una pieza básica para ello es la eliminación de la cobertura política de la que han gozado ETA y HB desde que hace dos años se firmó el Pacto de Lizarra. La salida de IU de este acuerdo y la marea interna en el PNV favorable a romper con él han facilitado la decisión del Gobierno de abrir la ronda a los nacionalistas democráticos. El Gobierno se acerca con más temor que el PSOE a la ronda al considerar que rebajar la tensión con el PNV puede animar a este partido a relajar su distanciamiento de Lizarra. "En la ronda no vamos a ser más concesivos que los críticos del PNV que han reclamado a sus líderes la ruptura con Lizarra", recordaba ayer un interlocutor del Gobierno.

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