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Una transexual lleva 16 días en huelga de hambre para demandar derechos

María Bandera reclama además apoyo para crear un orfanato

María Bandera está en huelga de hambre desde el 4 de agosto. La transexual malagueña persigue una doble reivindicación: a título individual, reclama ayudas para crear un orfanato, pero no se ha olvidado del colectivo al que pertenece. Ha planteado su ayuno como presión para que se incluyan las operaciones de cambio de sexo dentro de la sanidad pública española, se modifique automáticamente el nombre tras la intervención sin necesidad de una sentencia judicial, se reconozca el derecho al matrimonio y a la adopción.

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En los 16 días que lleva sin comer, Bandera asegura haber perdido más de siete kilos. Dice que se encuentra muy débil y que ha sufrido vómitos, pero insiste que mantendrá la medida hasta sus últimas consecuencias: "Si un juez da orden de que me lleven al hospital y me alimenten por la fuerza, cuando salga volveré a la huelga de hambre. No me voy a rendir".No es la primera vez que Bandera decide ayunar. Ya en febrero del año pasado estuvo 16 días en huelga de hambre para que el Parlamento aprobara la cobertura de esas operaciones por parte del Servicio Andaluz de Salud (SAS). Lo consiguió y en marzo el acuerdo salió adelante. Ahora, esta mujer, que lleva 16 años operada, reclama que la prestación se amplíe a toda España para que no existan discriminaciones entre comunidades autónomas.

Bandera decidió iniciar la protesta por su cuenta sin consultar a las asociaciones de transexuales, aunque no puede ser más oportuna. En septiembre el Consejo Interterritorial de Salud tiene previsto tratar la cuestión. Según el presidente de la Asociación de Transexualidad Clínica, Andrés de la Portilla, el Ministerio de Sanidad se ha comprometido a asumir las intervenciones. Por ahora, Andalucía es la única comunidad que da tratamiento integral -psicológico, hormonal y quirúrgico- dentro de la sanidad pública. En otras regiones se realizan estas intervenciones de forma gratuita, pero sólo cuando constituyen una malformación física.

Bandera tiene clara su meta: "Si tengo que ser cabeza de turco porque el Gobierno español lo quiera, lo seré. No estoy loca, sé lo que hago. Esto no es un juego de niños. Es un sueño de muchas transexuales que murieron hombres vestidos de hombres o mujeres vestidas de mujeres cuando eran todo lo contrario. Mujeres u hombres atrapados por un sexo que no les correspondía, castigados por la naturaleza y la sociedad. Los cementerios están llenos de transexuales que se han suicidado porque no conseguían trabajo y tuvieron que hacer de prostitutas cayendo en manos de cuatro proxenetas".

Otra de sus reivindicaciones es que una vez practicada la intervención, el cambio de sexo y de nombre en el registro civil y en el carné sean automáticos. En la actualidad, es necesario entablar un pleito judicial y ganarlo para que puedan producirse esas modificaciones. Para Bandera es una "crueldad y una aberración" que se estén haciendo operaciones de reasignación de sexo y que ese avance científico no vaya en paralelo con la posibilidad de hacer un cambio burocrático de nombre.

En la lista de exigencias, Bandera incluye también el derecho al matrimonio y a la adopción.Pero su huelga también tiene como meta una reivindicación individual: conseguir ayudas para crear un orfanato. Bandera argumenta que ya que no puede ser madre biológica ni adoptiva, quiere fundar una casa para niños desfavorecidos.

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