"Estamos con el pueblo"

Una y otra vez, Gore volvió a su principal mensaje: "Ellos están por los poderosos, nosotros por el pueblo". La reacción del campo de Bush llegó veloz. "Gore", dijo Karen Hughes, portavoz republicana, "ofreció una vez más el viejo lenguaje de la guerra de clases, el partidismo y la división". Y sus propuestas, añadió Hughes, son "una lista de lavandería de los fracasos de su Gobierno".Al ala más progresista de su partido, Gore le ofreció dos compromisos: mantener la discriminación positiva a favor de los negros y defender el derecho de las mujeres a escoger en materia de aborto. Para lo más conservadores propuso el envío de 50.000 policías adicionales a las calles de EE UU y "castigos más duros para los que hagan un mal uso de Internet engañando a los niños o violando nuestra privacidad".

En su afán de probar que tiene un programa más amplio y sustancioso que la vieja guardia, Gore presentó quizá una relación demasiado larga de propuestas, lo que los estadounidenses, como hicieron de inmediato los republicanos, llaman peyorativamente "una lista de lavandería". En Filadelfia, Bush fue menos prolijo, centrándose en poner de relieve su carácter de persona afable y semejante al común de sus compatriotas. Ya está clara cuál es la apuesta de cada uno de los candidatos. La carrera hacia la Casa Blanca entra en su fase definitiva. La próxima gran cita: los tres debates televisados de octubre.