Puerto Sherry despide a su jefe de puerto por trato de favor a clientes
El depositario de la quiebra del centro náutico Puerto Sherry, en El Puerto de Santa María (Cádiz), Juan Luis Sierra Molina, ha entregado al jefe de puerto del complejo, Guillermo Morán González, también consejero del PSOE portuense en la empresa municipal de Aguas de El Puerto (Apemsa), una carta de despido en la que le atribuye "irregularidades que consideramos extremadamente graves", referidas a la asunción de atribuciones para "las que no se encuentra facultado".
Según el informe del depositario, Morán, que ostenta además el cargo de secretario de administración de la ejecutiva local del PSOE de El Puerto, ha autorizado, sin ofrecer explicaciones satisfactorias sobre su comportamiento, la estancia y servicios gratuitos en las dársenas de Puerto Sherry de varias embarcaciones, cuyos costes eran luego abonados, aunque no en su integridad, por él.Una auditoría ha puesto de manifiesto el saldo pendiente de cobro, lo que originó el requerimiento de explicaciones por parte del gerente de Puerto Sherry, Antonio Oliva, al afectado, quien llegó a reconocer, según el informe, que en general "ese trato especial tenía como finalidad no perder clientes", y en un caso particular "corresponder a las atenciones que el cliente había tenido con una familiar suya que había sido intervenida quirúrgicamente".
En la carta de despido, el depositario concluye que el trabajador "aplicó en unos casos tratos de favor a determinados clientes con perjuicio económico para la sociedad, cobrando menor cantidad de la adeudada y no reclamando lo ya facturado".
El informe se refiere también a otros casos en los que "aplicó las provisiones de los mismos a conceptos" que Morán "determinaba, y en algunos casos sin ingresar la totalidad de las mismas en caja". Estos hechos, valorados como "abuso de confianza y deslealtad", han provocado un despido disciplinario que fue entregado al empleado a principios de mes.
Guillermo Morán negó ayer a este periódico las imputaciones hechas contra él, que calificó de "malintencionadas" y que "tergiversan la realidad". El trabajador anunció el inicio de acciones legales contra la decisión tomada, y presentó ayer un informe con el que pretende desmentir las acusaciones. Según su versión, la acusación viene por lo que define como "diferencias personales" entre él y el actual gerente de Puerto Sherry, Antonio Oliva.
Morán considera que Oliva teme por su "estabilidad laboral", ya que de hacerse la Administracion autonómica con la gestión del centro, y dada su vinculación al PSOE, "cabría la posibilidad" de que le ofrecieran su puesto.
De esta forma, Morán interpreta que lo ocurrido es una "cuestión de supervivencia", y asegura que "nunca" se ha quedado con el dinero. En su informe acusa al depositario de "inflar los saldos" pendientes de pago, y atribuye a su "buena fe" lo ocurrido. Morán aseguró que el caso debe ser interpretado en el ámbito laboral y quiso desvincularlo de cualquier componente político.
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