Crece la polémica por la resistencia de Pujol a responder a la oferta de pacto de Maragall

El silencio que mantiene Jordi Pujol ante la oferta de un "gran pacto autonómico" lanzada por Pasqual Maragall hace 10 días ha agravado los problemas de comunicación que Convergència i Unió (CiU) y la oposición socialista tienen desde el principio de la presente legislatura. Tanto el líder de Unió, Josep Antoni Duran, como el portavoz del Gobierno catalán y delfín de Jordi Pujol, Artur Mas, respondieron ayer con nuevas evasivas a la oferta de Maragall. Ello ha acentuado lo que desde el PSC se interpreta como una " nula voluntad de diálogo" por parte de CiU.

Pasqual Maragall, retó ayer indirectamente a Jordi Pujol a saltar a la arena política para hablar cara a cara sobre la oferta de pacto que le lanzó hace 10 días y que, por el momento, no ha obtenido respuesta. Maragall aseguró en Tortosa que no habará más sobre su oferta de pacto hasta que "no hable quien tiene que hablar", en clara referencia a Jordi Pujol, informa Sílvia Berbís.El líder de los socialistas catalanes, en una actitud displicente, hacia al resto de dirigentes de la coalición nacionalista que los últimos días se han pronunciado públicamente sobre su oferta de diálogo, precisó: "Sobre lo que diga Mas o aquel otro, ¿cómo se llama? Sí, Puig, no opino porque sólo hablan del envoltorio".

El pacto que ofreció Pasqual Maragall al Gobierno de Pujol está basado en cinco grandes temas: el reequilibrio territorial, la reforma de la ley electoral catalana, una relectura de la Constitución y el Estatuto, la inmigración y la gestión de los medios públicos de comunicación. El político socialista justificó su oferta de diálogo en el hecho de que el Gobierno de CiU tiene poco margen de maniobra por la colaboración que mantiene con el Partido Popular, por un lado, y con Esquerra Republicana, por otro.

Pero el diálogo entre la coalición nacionalista y la oposición socialista está topando con serias dificultades. En el PSC existe el convencimiento de que en CiU no hay voluntad de diálogo. La prueba de ello es, según los socialistas, que Pujol no ha solicitado ningún encuentro con Maragall desde que fue investido presidente de la Generalitat hoy hace nueve meses.

Desde las filas socialistas se ve "difícil" que la reunión entre ambos dirigentes políticos pueda producirse antes del 11 de septiembre, la fecha límite propuesta por Pasqual Maragall. "El problema no es de agenda ni de puntos de diálogo" asegura el portavoz socialista, Miquel Iceta. En su opinión, el verdadero obstáculo para llegar a acuerdos es que "la disposición de CiU al diálogo es nula".

Pacto en compás de espera

Quien sí se pronunció ayer sobre la oferta de pacto de Pasqual Maragall fue el líder de Unió Democràtica (UDC), Josep Antoni Duran, que apostó por "dejar reposar un poco" la oferta del PSC. En su opinión, este compás de espera servirá para ver "si realmente se trata de una propuesta profunda, seria y compartida por el PSC o es puramente una fantasía de una noche de agosto". El dirigente democristiano apuntó, en una entrevista concedida al diario El Punt, que "los grandes temas" que afectan a Cataluña, como la financiación y la organización territorial, "los tenemos que hablar con todos y, especialmente con el PSC".Pero la respuesta de Pujol puede hacerse esperar. Por lo menos así lo ve Artur Mas, quien ayer aseguró que "ni se la hemos dado [la respuesta] ni se la daremos rápidamente, ya la analizaremos". El portavoz del Gobierno y consejero de Economía añadió que "cuesta tomarse en serio las ofertas de Maragall y de su partido", ya que "un día antes de la propuesta el PSC anunciaba que presentaría una moción de censura contra el Gobierno de Jordi Pujol". Mas instó a los socialistas a "reflexionar a fondo si quieren una estrategia de confrontación dura con el Gobierno o bien quieren llegar a acuerdos".

Miquel Iceta aseguró que los socialistas buscan "hacer compatible la crítica a la mala gestión con la disponibilidad para llegar a acuerdos concretos". Las palabras de Iceta fueron especialmente duras con Mas, al que calificó de "corto de vista políticamente hablando". En opinión del portavoz socialista, Artur Mas es, "a pesar de las responsabilidades políticas que parece que va a adoptar, quien tiene la posición más reticiente y retrógrada" ante la oferta de diálogo de Maragall".