El ultraderechista Buchanan rompe el partido creado por el multimillonario Perot en 1992
El Partido Reformista, que, con el multimillonario Ross Perot al frente, se convirtió hace ocho años en una verdadera tercera fuerza en Estados Unidos, celebraba ayer en California dos convenciones presidenciales paralelas y rivales. Pat Buchanan, el ultraderechista ex militante republicano, es la causa de esta querella fratricida, que está destruyendo lo poco que quedaba de la alternativa al bipartidismo levantada por Perot. De hecho, el Partido Verde, con el defensor de los consumidores Ralph Nader al frente, ocupa ahora la tercera posición en la carrera a la Casa Blanca.
Buchanan, que ayer nombró a una profesora negra, Ezola Foster, su candidata a la vicepresidencia, abandonó en 1999 las filas republicanas, indignado por el viaje al centro de George Bush, y se embarcó en la conquista del liderazgo del Partido Reformista. Pero la operación se enfrentó con muchos reformistas opuestos a la conversión de su partido en una formación ultraderechista.Atrincherado en su feudo de Dallas, Perot, que en las elecciones presidenciales de 1992 conquistó, con casi el 20% del voto popular, una sólida tercera plaza y probablemente contribuyó a la derrota del padre de Bush frente a Bill Clinton, guarda silencio sobre la división reformista. Pero muchos de sus partidarios seguían ayer enfrentándose a la OPA de Buchanan, al que tildan de "extremista de derechas" (en su último libro, asegura que Hitler no fue una amenaza para EE UU). "La bandera reformista que Perot levantó en 1992 no era para prohibir el aborto, oponerse al control de las armas de fuego e imponer la oración en las escuelas", dijo ayer Jim Mangia, un opositor a Buchanan.
Mientras Buchanan y los suyos celebran su convención en Long Beach, parte de la vieja guardia de Perot se ha instalado en otro escenario de esa localidad californiana y propone que el candidato presidencial reformista sea John Hagelin, un físico que en dos ocasiones ha aspirado a la Casa Blanca por el Partido de la Ley Natural. Las dos facciones entrecruzan en las calles de Long Beach gritos y pancartas insultantes, y el asunto bien puede terminar en la Comisión Electoral Federal, e incluso en los tribunales. Estos organismos tendrían que decidir cuál de las dos facciones tiene derecho al sello del Partido Reformista, cuál debe recibir los 12,6 millones de dólares (más de 22.000 millones de pesetas) de fondos federales para la campaña.
Denunciando que el Partido Republicano ha abandonado en su reciente convención de Filadelfia las causas por las que luchó en los noventa, Buchanan hizo ayer aprobar un nuevo programa a los reformistas que le apoyan. Este programa compara el aborto a la eutanasia nazi, describe la homosexualidad como "un signo de decadencia cultural y moral" y propone que se prohiba a las mujeres de las Fuerzas Armadas estadounidenses participar en acciones de combate. De ser elegido presidente, Buchanan, según declaró ayer, volverá a convertir a EE UU "en un país respetuoso de Dios y del orden moral establecido en la Biblia".
A tenor de las encuestas, Buchanan representa menos peligro para Bush que Nader para Gore. Mientras que el candidato ultraderechista Buchanan recoge entre un 2% y un 4% en las intenciones de voto, el progresista Nader, defensor de los derechos de los consumidores y ahora candidato presidencial por el Partido Verde, cosecha entre el 5% y el 7%.
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