La regantes de Pego desecan el marjal ante la pasividad de Medio Ambiente

Las acciones ilegales de extracción de agua en el marjal de Pego-Oliva no han cesado a pesar de la tregua que el Consell consiguió de la Comunidad de Regantes y del Ayuntamiento de Pego para que detuvieran la desecación del humedal. El pasado mes de marzo los regantes de Pego y el alcalde, Carlos Pascual, se comprometieron a respetar las directrices que marca el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN), aprobado por la Generalitat valenciana, y mostraron su voluntad de colaborar con Medio Ambiente y limitar la actividad agrícola a las zonas permitidas. Pero esta imagen de aparente normalidad se ha visto truncada estos días. Según confirmaron ayer diversas fuentes, la estación de bombeo ubicada en el centro del marjal continúa vertiendo agua al río Molinell y haciendo descender el nivel freático del paraje.El juzgado número dos de Dénia prohibió la utilización de estas bombas para la desecación del marjal, y sólo autorizó su uso para el riego de las zonas de arrozal recogidas en el PORN y siempre que funcionaran bajo la supervisión de la Consejería de Medio Ambiente. El último dictamen del juzgado de Dénia, publicado el pasado mes de marzo, permitía la actividad de uno de los tres motores de la estación de bombeo, y ordenaba la realización de una parada que posibilitara reconducir el agua hacia la zona de los arrozales. Pero según fuentes de la asociación ecologista Meridiano Zero, los grupos de bombeo funcionan de nuevo a "pleno rendimiento". Las mismas fuentes cuestionan además la "verdadera voluntad" del Consell para resolver la situación del marjal, y aseguran que la Generalitat "ha claudicado a las exigencias de Pascual al ceder al Ayuntamiento de Pego la Muntanyeta Verda (una zona de especial protección) y paralizar la compra de tierras".