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Tejas ejecuta a dos reos, uno de ellos retrasado mental, mientras Bush predica "compasión"

George Bush, gobernador de Tejas y candidato republicano a la presidencia de EE UU, seguía ayer predicando su "conservadurismo con compasión", mientras Oliver David Cruz, un hispano retrasado mental cuyo abogado había solicitado por ello la clemencia, y un negro, Brian Keith Robertson, fueron ejecutados. Desde que Bush ocupara el cargo de gobernador de dicho Estado hace seis años, 138 reclusos han recibido la pena capital en la prisión tejana de Huntsville. La doble ejecución de anoche fue la primera múltiple desde 1997.

George Bush fue fiel ayer a su "conservadurismo con compasión" e indiferente por completo al destino de dos reclusos, un hispano y un negro y el primero de ellos disminuido mental, cumplieron su cita con el verdugo de Tejas, el Estado gobernado por el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos. "No estoy preparado para morir, estoy muy asustado", dijo Oliver David Cruz, de 33 años, condenado a muerte por el secuestro, la violación y el asesinato a cuchilladas de una militar, en la localidad tejana de San Antonio, en 1988. Como estaba previsto, Bush no impidió la doble ejecución y Cruz, con un coeficiente mental de 63, por debajo de los 70 puntos considerados como la frontera del retraso mental, se convirtió en la persona número 35 de esta condición ejecutada en EE UU desde la restauración de la pena capital, en 1976.Algunos cientos de personas se manifestaron la pasada semana en Filadelfia, donde el Partido Republicano celebraba su convención presidencial, para protestar por la frialdad con la que Bush deniega una vez tras otra clemencia para los condenados a muerte en Tejas. Pero esta protesta no ha sido asumida por los candidatos demócratas a la Casa Blanca, Al Gore y Joseph Lieberman, en sus críticas a la personalidad de Bush y a su programa electoral. Por el contrario, Gore ha reiterado en los últimos meses que él también es partidario de la pena de muerte.Las circunstancias en las que se encontraba anoche Bush, en plena campaña presidencial y con un disminuido mental a punto de ser ejecutado, recordaban el escenario que afrontó Bill Clinton en 1992 . En vísperas de las primarias de New Hampshire, Clinton suspendió su campaña, regresó a Arkansas, el Estado que entonces gobernaba, y aprobó la ejecución del afroamericano Ricky Rector. Pero ningún político en la reciente historia norteamericana tiene el escalofriante historial de Bush: antes de las ejecuciones de anoche, ya 138 reclusos habían recibido la inyección letal en la prisión tejana de Hunstville.

La doble ejecución de ayer fue la primera múltiple en Tejas desde junio de 1997. Al hispano Cruz le precedió en el camino hacia la cámara de la muerte Brian Keith Robertson, de raza negra y 36 años, condenado por matar a puñaladas a una pareja de ancianos que vivía frente a su casa, en Dallas.

Durante el juicio, Cruz no negó ser el autor de la violación y asesinato de Kelly Donovan, de 24 años. Se limitó a vincularlo con el consumo masivo de drogas, que él comenzó a los 13 años de edad. En la noche de autos Cruz y otro compinche habían tomado LSD y habían vaciado un par de botellas de whisky. A ese dato, su abogado, Jeffrey Pokorak, seguía añadiendo ayer el bajo coeficiente intelectual del recluso, un hecho nunca discutido por la fiscalía tejana.

Un total de 25 Estados norteamericanos autorizan la ejecución de retrasados mentales. El Consejo de Perdones y Libertades Provisionales de Tejas rechazó el lunes, por 18 votos a favor y ninguno en contra, conceder la clemencia a Cruz.

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