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FUEGO EN EL ALT EMPORDÀ

Controlado el incendio del Alt Empordà y el Cap de Creus tras arrasar 5.800 hectáreas

Miquel Noguer

El incendio que el pasado domingo se desató en la comarca del Alt Empordà y el parque natural del Cap de Creus quedó controlado a las seis de la tarde de ayer después de quemar más de 5.800 hectáreas de bosque, matorral y algunas zonas de cultivo. De esa extensión, 2.500 hectáreas pertenecen al propio parque. Los nueve municipios afectados estuvieron en alerta hasta el mediodía de ayer, aunque no hubo que lamentar desgracias personales ni daños en las viviendas. La Generalitat anunció que destinará 500 millones a reforestar la zona y a ayudas para los propietarios de terrenos.

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El cuerpo de agentes rurales y un equipo de investigadores de los Bomberos de la Generalitat estuvieron durante toda la jornada de ayer en el municipio de Garriguella para determinar el origen exacto del primer foco. Según las primeras investigaciones, las llamas empezaron en una caseta de las afueras del pueblo, a unos 200 metros de una zona arbolada. El alcalde de este municipio, Josep Antoni López de Pablo, negó ayer la versión que dio en un principio el consejero de Interior de la Generalitat, Xavier Pomés, quien aseguró que el incendio tuvo su origen en una quema de rastrojos.Según el alcalde, "en el Empordà todo el mundo sabe que no hay que quemar rastrojos en agosto y esta práctica se erradicó ya hace años". Por este motivo, López de Pablo aseguró que el incendio tuvo que ser intencionado, ya que el fuego empezó en varios focos. Pomés se negó a apuntar la causa del incendio antes de que concluya el informe que están elaborando los Mossos d'Esquadra, que se pondrá a disposición del Juzgado de Figueres. El consejero se limitó a precisar que "no se descarta ninguna hipótesis, en absoluto".

El titular de Interior destacó la eficacia de los equipos de extinción y salvamento, puesto que el incendio no causó desgracias personales ni afectó a ninguna urbanización. Los municipios rodeados por el fuego tienen un elevado volumen de población en verano. Mientras que en invierno viven en ellos unas 20.000 personas, durante la época estival esa cifra se incrementa hasta 150.000.

A última hora de la tarde de ayer ya estaban controlados todos los focos del incendio, que a primera hora de la mañana avanzaba por dos frentes hacia Cadaqués y Colera. Este momento fue, según Pomés, uno de los más críticos. Durante la madrugada se desplegaron una docena de vehículos de bomberos en la zona montañosa de Pení, donde esperaron la llegada del fuego remojando el entorno. Eso evitó que las llamas siguieran hacia el núcleo habitado de Cadaqués y la zona de Montjoi, una de las más singulares del parque natural del Cap de Creus.

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El segundo frente se centró en las poblaciones de Colera y Vilamaniscle. El foco, procedente de Llançà, avanzó hasta media tarde. A partir de aquel momento, los bomberos consiguieron rodear el fuego y emprender su extinción definitiva. El frente que amenazaba Cadaqués estuvo controlado poco antes de mediodía, y el de Colera, por la tarde.

Pere Duran

La Generalitat destina 500 millones a reforestación y ayudas a los propietarios

Carles Buscató (CiU), alcalde La Selva de Mar, municipio de cuyo término ha quedado calcinado el 90%, aseguró: "Delante del territorio quemado, resulta difícil ver cosas positivas. Pero los bomberos realizaron un buen trabajo y no hay que lamentar desgracias personales".Algunos alcaldes se preguntaban si no se debería mejorar la política forestal para evitar otro fuego de las mismas características, porque el Alt Empordá padeció ya un incendio similar en el año 1986. Genís Pinart (CiU), alcalde de El Port de la Selva, aseguraba que es necesario reintroducir vegetación autóctona, más resistente al fuego, como los alcornoques y los castaños, y recuperar los cultivos tradicionales, por ejemplo los viñedos y los olivos, que actuarían como cortafuegos naturales ante otro incendio.

En el mismo sentido se expresó Carles Páramo (CiU), alcalde de Roses y presidente de la Diputación de Girona, quien ya vivió hace siete años otro incendio en su municipio, aunque esta vez el terreno quemado representa casi la mitad del que se incendió en 1993. Páramo, como presidente de la Diputación, reiteró la necesidad de poner los medios para regenerar la montaña y apostó por las especies autóctonas.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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