Un joven muere en Mataró por sobredosis de pastillas de 'extasis'

O. M. S., un joven de 19 años, falleció el domingo en el Hospital de Mataró a causa de una sobredosis de pastillas de éxtasis. La víctima fue encontrada en estado muy grave por los vigilantes de la discoteca Chasis de esta localidad en la zona de aparcamiento y fue trasladada al centro sanitario, donde ingresó en estado de coma. Los esfuerzos de los médicos para reanimar al joven resultaron inútiles.

Hemorragias internas

Ésta es la segunda víctima mortal que se produce en menos de dos meses en el Maresme a causa del consumo de drogas sintéticas. El pasado 23 de junio, coincidiendo con la verbena de Sant Joan, otro joven, de 14 años, perdió la vida en el municipio de Pineda de Mar tras haber ingerido drogas de diseño. Desde 1996, cuando se produjo la primera muerte, han fallecido cuatro personas en la comarca por este motivo.En el caso de O. M. S., vecino de Barcelona, los vigilantes de la discoteca lo encontraron en estado muy grave en la zona del aparcamiento sobre las cinco de la madrugada del domingo. Cuando lo acompañaban al lavabo de la discoteca para reanimarlo, el joven sufrió convulsiones y los vigilantes llamaron a una ambulancia. "Es como si hubiera sufrido un ataque de locura", explicaron a la policía. O. M. S. ingresó en el servicio de urgencias del Hospital de Mataró en coma y con una fiebre muy elevada.

Xavier de Balanzó, jefe de los servicios de medicina intensiva del centro, explicó ayer que el joven presentaba todos los síntomas de la llamada "hipertensión maligna", que se produce principalmente a causa de la coagulación de la sangre, "un trastorno que provoca hemorragias por todo el cuerpo que llevan a lo que coloquialmente se denomina golpe de calor".La agonía del joven duró tres horas, durante las cuales sufrió tres paradas cardiorrespiratorias. A las 7.45 horas del domingo se produjo su fallecimiento. Los análisis toxicológicos confirmaron que la muerte fue causada por la elevada ingestión de pastillas de éxtasis. Según los informes médicos, el joven tomó cinco pastillas (conservaba dos más en el bolsillo) de una variedad de droga de diseño denominada playboy. Al parecer, el joven estaba solo en la discoteca, ya que cuando fue encontrado por los vigilantes no apareció ningún acompañante que pudiera confirmar las condiciones en las que había consumido la droga. El doctor De Balanzó explicó que si el muchacho hubiera llegado sólo media hora antes al hospital, es probable que hubiera respondido al tratamiento para reanimarlo. "Cuando ingresó, su situación era irreversible", afirmó.

Xavier de Balanzó aseguró igualmente que los efectos perniciosos de las drogas de diseño se agravan porque los jóvenes "las consumen durante toda una noche que pasan bailando y sin comer nada, de manera que el agotamiento y el hecho de tener el estómago vacío contribuyen a empeorar los efectos de las pastillas". Los clientes de la discoteca Chasis admiten que el consumo de anfetaminas en el interior del local es habitual. La dirección reparte folletos informativos sobre los peligros que comporta tomar estas drogas sintéticas y vigila que no se vendan dentro del local, pero no puede evitar que los clientes ya entren con ellas.

Según Xavier de Balanzó, "las anfetaminas no se absorben hasta media hora después de consumirlas", por lo que resulta muy fácil adquirirlas y tomarlas en cualquier lugar que no esté vigilado antes de entrar en una discoteca.