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Un hombre muere tras ser tiroteado en la cabeza y el cuello

F. Javier Barroso

Huida a pie

Un ajuste de cuentas. Así valoró ayer la Jefatura Superior de Policía de Madrid la muerte de un ciudadano de la Republicana Dominicana, Manuel Teodoro R. P., de 42 años, que recibió tres impactos de bala en la cabeza y en el cuello junto a un club nocturno de la calle de Carpesa (Latina). El acompañante de la víctima, Vidal S. M., de 55 años, resultó herido grave, ya que el pistolero que les disparó le alcanzó con tres proyectiles en el abdomen, el brazo y la pierna.Los hechos ocurrieron alrededor de la medianoche del viernes al sábado en el número 18 de la calle de Carpesa, en el barrio de Latina, junto a la carretera de Extremadura. Una llamada alertó al 091 de que se habían oído disparos en la zona. Un patrulla de la comisaría de Latina se desplazó hasta el lugar. Los agentes comprobaron que en el interior de un BMW se encontraba muerto Manuel Teodoro R. P.

El autor de los disparos utilizó un arma del calibre 9 milímetros corto

Los testigos del tiroteo explicaron a la policía que un hombre armado se acercó andando al vehículo BMW, en el que estaban las víctimas. Efectuó seis disparos y se dio a la fuga a pie por la calle de Carballino. Una vecina señaló a este periódico que tras oír "los golpes" escucharon cómo un vehículo arrancó a toda velocidad. El chirrido de las ruedas provocó un gran estruendo.Los agentes de la Brigada de Policía Científica encontraron durante la inspección ocular seis vainas del calibre 9 milímetros corto. El cuerpo de Manuel Teodoro fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, donde se le practicó la autopsia. El vehículo fue inspeccionado por la policía en las dependencias de Moratalaz.

Manuel Teodoro R. P. cuenta con tres antecedentes policiales por lesiones, hurto y contra el derecho de los trabajadores. Vidal S. M. ha sido detenido dos veces por delitos contra los derechos de los trabajadores y por infracción de la Ley de Extranjería. Los responsables del club Brisas 1 declinaron ayer hacer declaraciones sobre lo sucedido. Un cartel escrito a mano con un rotulador rojo informaba a los clientes que el club estará cerrado hasta el martes 8 de agosto.

Los vecinos de la calle de Carpesa recogieron firmas tras su apertura, hace casi un año. Se quejaron de que se instalara "un prostíbulo", según explicaron. Esas firmas no sirvieron, sin embargo, para lograr el cierre del local. Los afectados explicaron ayer que las sospechas de que el club les llevaría inseguridad al barrio no se han cumplido hasta hace 20 días, cuando se produjo una pelea entre varios clientes.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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