El Gobierno alemán estudia la prohibición del neonazi Partido Nacional Demócrata

El Gobierno federal alemán quiere crear un grupo de trabajo con los länder (Estados federados) para estudiar si existen condiciones legales para prohibir el ultraderechista Partido Nacional Demócrata Alemán (NPD), manifestó ayer en Berlín Uwe-Karsten Heye, el portavoz del Ejecutivo. Esta iniciativa constituye la reacción a más alto nivel ante la polémica desatada en Alemania sobre el ultraderechismo y sobre las decisiones políticas y sociales a adoptar ante los defensores de esta ideología, organizados hoy legalmente como partidos y protegidos por la Constitución.

Subvenciones públicas

El NPD, fundado en 1964, tiene 6.000 afiliados y logró un 1,4% de los votos en Sajonia, el land donde es más fuerte, en las elecciones regionales de septiembre de 1999. En su informe de ese año, el Organismo de Defensa de la Constitución califica al NPD como un partido xenófobo de extrema derecha y afín al nazismo, pero insignificante desde el punto de vista electoral.La prohibición del NPD había sido solicitada por el ministro del Interior de Baviera, el socialcristiano Günther Beckstein. La propuesta del Gobierno tiene como fin "acabar" con ese debate, tras aclarar si se dan los requisitos que permiten presentar una solicitud de prohibición de acuerdo con el artículo 21 de la Constitución. El portavoz Heye advirtió de que es necesario asegurar el respeto de todos los estrictos criterios existentes en el procedimiento de prohibición de un partido político y añadió que el Gobierno quiere que el grupo de trabajo se reúna y comience a trabajar cuanto antes.

La prohibición, de llevarse a cabo, sería la primera que se da en Alemania desde la primera mitad de los cincuenta, cuando, en sucesivos expedientes, fueron prohibidos un partido neonazi y el Partido Comunista.

Los dirigentes regionales de Baviera y Baja Sajonia, el social cristiano Edmund Stoiber y el socialdemócrata Sigmar Gabriel, respectivamente, acogieron ayer positivamente la iniciativa gubernamental. Para Stoiber, la prohibición resulta "inevitable". Gabriel, sin embargo, advirtió de que sólo se debe cursar una solicitud de prohibición de estos partidos si se está absolutamente seguro de tener éxito ante el Tribunal Constitucional, porque un fracaso ante este tribunal encargado de velar por el respeto de los derechos fundamentales daría un impulso a las fuerzas radicales.

Tanto el NPD como otros dos partidos de extrema derecha -el Partido Republicano y la Unión Popular Alemana (DVU)- han recibido un total de 71,5 millones de marcos (más de 6.077 millones de pesetas) de subvenciones estatales, según revela hoy el diario Frankfurter Rundschau. Las subvenciones van desde 57 millones de marcos para el Partido Republicano hasta dos millones de marcos para el NPD y dependen de los porcentajes electorales obtenidos. A la polémica sobre su futuro, el NPD ha respondido con una solicitud para celebrar una manifestación ante la puerta de Brandeburgo el 27 de enero del año próximo. En esta fecha se conmemora la liberación del campo de concentración de Auschwitz en 1945 y en ella se ha colocado este año la primera piedra del monumento en memoria de los judíos asesinados por el régimen nazi. El monumento se construirá en un solar muy cercano a la puerta de Brandeburgo y al Reichstag, sede del Parlamento federal.

Eckart Werthebach, el responsable de orden público de la capital, ha sugerido que la ley sobre el derecho de reunión debería modificarse para impedir estas manifestaciones ultraderechistas contra las que hoy no se puede proceder legalmente, a no ser que haya indicios fundados de que se van a cometer delitos.

El debate sobre la extrema derecha ha sido aventado por una reciente serie de agresiones contra personas débiles o pertenecientes a minorías, dos de las cuales han perecido en los ataques. Sin embargo, los portavoces del Organismo de Defensa de la Constitución y de la Policía de Investigación Criminal sostienen que no se puede hablar de un afianzamiento de la extrema derecha en Alemania.

Los partidos establecidos se acusan mutuamente de pasividad y los organismos oficiales, los medios de comunicación y los interlocutores sociales (patronos y sindicatos) se involucran en una discusión que tiene una lógica interna independiente de las causas reales objetivas.

La Asociación Federal de la Industria Alemana ha exhortado a los empresarios a despedir a quienes se comporten de manera llamativa como ultrarradicales, y el sindicato de correos ha pedido que se vigile la correspondencia para impedir el reparto de cartas con contenido ultraderechista.

Pese a la generosa recompensa ofrecida por la policía, no ha sido detenido el autor (o autores) del atentado de Düsseldorf, en el que resultaron heridas una decena de personas. Un comerciante de armas vecino fue detenido y liberado por falta de pruebas. A algún que otro oyente se le puso la piel de gallina ante una entrevista radiofónica a la vecina del comerciante. La mujer concluía con escalofriante certeza que éste era un peligroso neonazi porque escuchaba música militar a alto volumen.