¿El rock no es cultura?
Felicito al alcalde y a la ciudad entera por la desaparición de Zeleste, una prueba más del trato discriminatorio que sufre el rock, una manifestación que sigue sin considerarse cultura", señaló ayer el histórico promotor Gay Mercader, que organizó el primer concierto de los Rollings Stones en España. "Si hiciésemos música clásica no tendríamos porqué preocuparnos porque las instituciones nos construirían y mantendrían todo tipo de locales como el Liceo o el Auditorio", añadió Mercader, quien señaló que Barcelona perderá cerca de un 30% de su oferta musical si cierra Zeleste. En terminos similares se pronunció Loquillo, para quien "éste es un ejemplo más de la política cultural elitista que mantiene el Ayuntamiento, que prefiere apoyar al Liceo, por supuesto con dinero de todos, antes que apoyar a una sala como Zeleste, ejemplo nítido de cultura popular". El recuerdo de los miles de millones que inviertieron las instituciones en enjuagar el déficit del Liceo cuando éste aún era propiedad privada han enervado los ánimos de músicos y promotores, que reclaman la mediación pública para salvar un local que organiza unos 50 conciertos al año que, sumados a su actividad como discoteca, suman un tránsito de unas 600.000 personas al año.Fuentes del Instituto de Cultura de Barcelona, municipal, manifestaron ayer su "preocupación y esperanza de que se llegue a una pronta solución de los problemas que aquejan a Zeleste". La ciudad, reconocieron, no podía permitirse la pérdida de un espacio de estas características, pero veían difícil su intervención porque "es un problema que afecta a una empresa privada y puede resultar complicado intervenir". Lo mismo se opina en el Departamento de Cultura de la Generalitat, para quién una intervención pública supondría "un agravio comparativo con otras empresas privadas que también atraviesan por dificultades económicas".
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