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El Gobierno alemán quiere movilizar a la sociedad civil contra la violencia de extrema derecha

Pilar Bonet

La falta de movilización social ante la violencia contra los débiles y los extranjeros preocupa a los dirigentes gubernamentales alemanes tanto o más que la xenofobia y las actividades de la extrema derecha. Esta era la impresión que trasmitió la secretaria de Estado parlamentaria, Cornelie Sonntag-Wolgast, ayer al término de una reunión de altos funcionarios de los ministerios del Interior, Justicia y Familia que abordaron el creciente número de incidentes violentos atribuidos a la extrema derecha. La "persecución", la "prevención" y la "movilización de la sociedad civil" fueron los tres temas abordados por los altos funcionarios, que subrayaron la necesidad de utilizar mejor estos recursos, pero rechazaron nuevas medidas.

Sonntag-Wolgast se mostró escéptica ante la idea de prohibir el Partido Nacional Democrático de Alemania (NPD), tal como piden las autoridades de Baviera. El NPD es una organización de extrema derecha que, según las autoridades bávaras, está adquiriendo un creciente protagonismo entre los grupos de esta tendencia dispuestos a usar la violencia. Según datos gubernamentales, se han producido 157 delitos antisemitas de abril a julio de este año, lo que es un considerable aumento respecto a los 110 delitos del mismo periodo de 1999. Dos personas han muerto en los dos últimos meses, víctimas de la violencia contra los extranjeros o los débiles. El año pasado, hubo una sola víctima mortal. Las cifras, sin embargo, están muy lejos de las que se dieron a principio de los noventa, tras la reunificación alemana. En 1992, hubo 1.487 atentados de extrema derecha. En 1999, fueron 746. Una portavoz del organismo encargado de la defensa de la constitución manifestó ayer que el aumento de las páginas extremistas en Internet (400 este año) y el descubrimiento de escondrijos de armamentos y polvorines relacionados con grupos de extrema derecha son los fenómenos cualitativos más importantes que se están produciendo. Sonntag-Wolgast se refirió ayer a la necesidad de "una ofensiva pública" contra la violencia de extrema derecha, que englobe a entidades ciudadanas y sindicatos, y apoyó la iniciativa del ministerio del Interior a favor de la tolerancia y la convivencia.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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