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El empleo en el sector turístico andaluz ha aumentado un 30% en los últimos seis años

El empleo en el sector turístico andaluz ha aumentado un 30% en los últimos seis años y se ha colocado en los niveles anteriores a la crisis de 1992-93. Los sindicatos piden que el auge del negocio, que no para de crecer desde 1994, se corresponda con una mayor estabilidad laboral, porque dos de cada tres contratos son temporales. En este período han aumentado las pernoctaciones un 59%. En términos relativos las provincias con mayor crecimiento del empleo han sido Almería, Cádiz y Huelva. En valores absolutos Málaga sigue estando en cabeza, con casi el 40% del empleo en este sector.

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Desde la crisis de los años 1992 y 1993, el sector turístico andaluz vive un ciclo expansivo constante. Creció el movimiento de viajeros, aumentó el empleo y disminuyó la estacionalidad. En los últimos seis años las personas ocupadas en establecimientos hoteleros se incrementaron un 30% hasta recuperar niveles de empleo previos a la crisis. Los sindicatos creen que esta bonanza les llena de razón para insistir en sus dos reivindicaciones básicas: aumento de la estabilidad y reducción de la brecha existente entre el crecimiento de la actividad turística y del empleo. La recuperación de los puestos de trabajos es evidente. De 17.727 en 1994 a 23.072 en 1999 (30,15%), el mayor incremento después de Cataluña (37%) y apenas un punto por debajo de las cifras registradas a nivel nacional. La brecha de la que se quejan los sindicatos se aprecia cuando se analizan las pernoctaciones, que aumentaron un 59% en el mismo período al pasar de 20.990.000 a 33.377.000, 11 puntos más que en España y casi 30 por encima del índice en que creció el empleo.

Hoteles abiertos en invierno

Por provincias, Almería fue la que experimentó una mayor recuperación (51%), seguida de Cádiz (48%), Huelva (45%) y Málaga (32%). En el otro extremo se situaron Sevilla (10%), Jaén (20%), Córdoba (23%) y Granada (23%). Aunque Málaga ocupó el cuarto lugar de la lista, se llevó la palma en generación de empleo en ese período. En 1999, acaparó el 39% del personal ocupado en hoteles (9.030), mientras el 61% (14.042) restante se repartió entre las otras siete provincias.

Los sindicatos no ocultan su satisfacción porque se demande más mano de obra, pero recuerdan que dos de cada tres contratos son temporales. "Ahora que disminuye la estacionalidad, debe reducirse también la temporalidad", argumenta Gonzalo Fuentes, secretario de la federación de hostelería de CCOO. Ya que el mercado laboral atraviesa horas dulces, las centrales sindicales no están dispuestas a perder puntada para paliar la precariedad. Ese será uno de sus frentes. Ya quedó demostrado el verano pasado durante la negociación del convenio de hostelería de Málaga, la más dura de los últimos 20 años.

Desde que acabó la crisis, al mismo tiempo que se produjo un incremento paulatino del empleo, se registró un descenso de la estabilidad laboral. En la Costa del Sol, por ejemplo, de 1993 a 1998 los puestos de trabajo crecieron un 27% (de 6.613 a 8.396) y la estabilidad cayó 15 puntos, del 65% al 50%. Para Fuentes, la situación era insostenible: "Se habían mejorado los hoteles, las infraestructuras; faltaba una pata, la estabilidad". Desde la firma del convenio hace un año, esos indicadores han subido al 72%, siete puntos por encima de los registrados en 1993.

Los mayores índices de temporalidad se detectan en los pequeños establecimientos. A medida que aumenta la categoría del hotel, suben también los niveles de estabilidad. Aunque Fuentes reconoce que queda mucha batalla por dar en este campo, mira hacia atrás y hace un balance positivo: "Hay un cambio en la cultura empresarial, ha calado nuestro mensaje de que si se quiere ofrecer un turismo de calidad, un factor fundamental es reducir la precariedad".

El otro frente en el que los sindicatos no están dispuestos a hacer demasiadas concesiones es en el desfase entre el aumento de la actividad turística y el crecimiento del empleo. La propia Consejería de Turismo, en un informe elaborado hace un par de años, constataba ese desequilibrio e incluso intentaba explicar el fenómeno: "Los empresarios, ante un incremento de la demanda inicial, se muestran reticentes a contratar más personal, optando por mantener la plantilla, ya que debido a la alta estacionalidad, los recursos humanos suelen trabajar por debajo de su capacidad durante determinados períodos de tiempo, mientras que llegado el momento de mayor demanda, su esfuerzo se multiplica e incluso se llega a trabajar sin los recursos humanos necesarios, trabajando por encima de su capacidad lógica". Para las centrales sindicales, es hora de empezar a compensar ese desequilibrio. No sólo aprovechando la expansión que vive el sector, sino también el descenso de la estacionalidad, que era el talón de Aquiles del turismo andaluz. "Ahora puede hablarse de una temporada alta de ocho meses", afirma Fuentes. Según sus datos en la actualidad sólo el 20% de hoteles de la Costa del Sol cierra en invierno, cuando hace apenas cinco años, lo hacía casi el 50%.

Por eso, aunque reconoce que la estabilidad entre las plantillas hoteleras ha crecido un 22% frente al 6% de incremento medio registrado en la provincia, advierte que los sindicatos reivindicarán un crecimiento parejo entre la actividad turística y unos niveles de estabilidad acordes a la prosperidad del sector.

Precisamente ayer, la empresa especializada en hostelería, restaurantes y servicios de aeropuertos Horecca, filial de la de recursos humanos Adecco, informó que durante julio empleó a unas 550 personas al día en la Costa del Sol, la mayoría de ellas camareras de piso y camareros. Enrique de la Rubia, director de Horecca, afirmó que en este periodo se han llevado a cabo aproximadamente tres contrataciones por persona, lo que arroja un total de 1.700, un 30% por ciento más que el pasado junio, cuando se efectuaron 1.280 contratos mensuales para 425 trabajadores.

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