Cada puesto de trabajo genera cinco indirectos

El efecto dinamizador del turismo sobre la economía andaluza es innegable. Se estima que por cada empleo directo del sector se crean cinco indirectos. De ahí la repercusión que la bonanza o las crisis tienen sobre el conjunto del tejido productivo. Los trabajadores malagueños del gremio repiten un refrán que dice que cuando el turismo se resfría, la economía coge pulmonía. Pero ahora corren buenos tiempos. Si se aplica la relación de uno a cinco, los 23.072 puestos de trabajo en establecimientos hoteleros de Andalucía en 1999 habrían generado 115.360 empleos indirectos. Pero su peso va más allá. Además de tirar del resto de la economía, el turismo ha absorbido gran parte del excedente laboral producido por la agricultura, ejerciendo un efecto nivelador dentro del mercado laboral.

La mano de obra del sector es mayoritariamente masculina, aunque la participación de los hombres disminuye poco a poco en los últimos años. Y el porcentaje de mujeres, aunque es menor, supera el existente en otros sectores. En el futuro, se prevé un incremento de la contratación femenina, ya que la tasa de actividad del colectivo está por debajo de la media europea.

Los trabajadores son relativamente jóvenes y con bajos niveles de instrucción. No obstante, se aprecia una reducción de los contratos hacia aquellos con menos nivel de formación, en beneficio de los que tienen mayor capacitación. La mano de obra femenina refleja unos índices de instrucción inferior a la masculina. En cuanto a la contratación, la modalidad más utilizada es la temporal, siendo las mujeres las que con más frecuencia resultan perjudicadas por la falta de estabilidad.