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La reforma de las pensiones, próximo objetivo de Schröder

Pilar Bonet

El canciller alemán, Gerhard Schröder, indicó ayer a la oposición democristiana que está dispuesto a utilizar de nuevo las discrepancias entre las regiones ricas y pobres de Alemania para conseguir que sea aprobada su reforma del sistema de pensiones de jubilación. Schröder jugó con muy buen resultado la carta de las divisiones regionales, al margen del partido en el poder, para lograr que el Bundesrat (la Cámara territorial) aprobara la reforma fiscal el 14 de julio.Ayer, antes de iniciar sus vacaciones en Mallorca, el canciller hizo balance de los 21 meses transcurridos desde el comienzo de su mandato de cuatro años. Como responsable del Ejecutivo alemán y como presidente del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), se mostró satisfecho de su gestión, especialmente después del primer año en el poder. El SPD se ve a sí mismo como un partido "de gobierno" y no como "una unión de oradores libres", dijo el canciller refiriéndose al contraste entre la posición de su partido este año y la diversidad de posturas que se expresaban el verano pasado, cuando los socialdemócratas alemanes no habían tomado aún el pulso a las tareas de gobierno tras 16 años de oposición.

Schröder salió al paso, sin nombrarlos, de una objeción de los jusos (las juventudes socialistas), para las cuales el Gobierno decide demasiadas cosas en comisiones y organismos creados fuera del sistema parlamentario. El canciller manifestó que involucrar a representantes de diversos sectores de la sociedad en el proceso de toma de decisiones incrementa la legitimidad del sistema democrático.

El canciller exhortó a la CDU a mantener una actitud constructiva y cooperar para resolver conjuntamente el tema de las pensiones de jubilación, que el Gobierno quiere tener aprobado como ley a principios del año próximo. Schröder acusó al jefe del Gobierno de Baviera, el socialcristiano Edmund Stoiber, de plantear exigencias económicas en relación a las pensiones de jubilación que "recaerían sobre los länder económicamente débiles de la ex RDA".

El Gobierno quiere complementar el sistema de pensiones tradicional financiado por medio de cuotas con un sistema privado de pensiones a costa de los contribuyentes. Los sindicatos, sin embargo, consideran demasiado gravosos los porcentajes que se barajan para contribuir al fondo complementario y quieren una mayor participación del empresariado en él.

Schröder no supo mencionar nuevos temas de envergadura para el resto de la legislatura y defendió a los länder de la ex RDA, con los que está coqueteando en el Bundesrat, al asegurar que no se puede financiar la nivelación de los sueldos de la antigua Alemania del Este, que sería una ruina para sus propias regiones.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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