El líder del PSOE pospone a septiembre los cambios de portavoces del Congreso y el Senado
Los cambios en las portavocías socialistas del Congreso y el Senado llegarán en septiembre. El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, quiere combinar la llegada de personas de su confianza con la permanencia de portavoces de distintas áreas que ya están ejerciendo y a los que considera adecuados, con independencia del candidato al que hayan apoyado. Sí tiene decidido, sin embargo, proponer mañana en la primera reunión de la ejecutiva federal a Jesús Caldera como portavoz parlamentario para que, de inmediato, el PSOE tenga una nueva voz en el Parlamento.
Compañeros de escaño
Los cambios en las portavocías del Congreso y del Senado los decidirá y anunciará José Luis Rodríguez Zapatero en la primera semana de septiembre, antes de que empiece el periodo de sesiones. En las últimas horas, el líder del PSOE y algunos de sus colaboradores empezaron a trabajar en un esquema inicial por si fuera posible tenerlo encajado antes del 1 de agosto, pero decidieron posponerlo, porque Zapatero quiere estudiar con calma la composición de los grupos parlamentarios.Ya en el mes de abril, inmediatamente después de las elecciones, se produjo una remodelación importante en las portavocías en relación a la anterior legislatura, con el afán, según se dijo entonces, de que tras el congreso del PSOE no se produjeran grandes alteraciones en los responsables de área y el cambio se limitara al llamado Comité Director, compuesto por un presidente, un portavoz, un secretario general y tres adjuntos. Tampoco hasta ayer el líder del PSOE tenía decidida esa composición, por lo que el único anuncio seguro para mañana, jueves, será el del puesto de portavoz del Grupo Parlamentario Socialista para Caldera, ya que Rodríguez Zapatero se reserva el puesto de presidente.
Ni sectores, ni familias
El nombramiento de Caldera no va a sorprender a nadie. El nuevo portavoz y el secretario general son compañeros de escaño desde hace muchos años y empezaron juntos en Nueva Vía, después del 12 de marzo, el camino que les ha conducido hasta la victoria en el congreso del PSOE. También es muy probable que Antonio Cuevas, diputado sevillano y responsable durante la campaña de Zapatero de las relaciones con los medios de comunicación, entre a formar parte de este Comité Director.A partir de ahí empiezan las dudas. Tres de los diputados que ahora están en la dirección gozan de la consideración de Zapatero. Se trata de María Teresa Fernández de la Vega, actual secretaria general; Teresa Cunillera, activa defensora de Zapatero en Cataluña y amiga desde hace años; y el guerrista Francisco Fernández Marugán. Personas del entorno de Zapatero señalaron anoche que la decisión sobre el equipo no está tomada aún.
Algunas portavocías están claras, ya que serán ocupadas por miembros de la actual ejecutiva. Es el caso de Jordi Sevilla, responsable del área de Política Económica en la dirección del PSOE, que previsiblemente ocupará también la misma responsabilidad en el Parlamento. Sevilla, además, forma parte del círculo de estrechos colaboradores de Zapatero.
En el entorno más cercano al secretario general se asegura que Zapatero mantiene su decisión de que en el PSOE desaparezcan las familias y los sectores y, por tanto, aunque se reserva la capacidad de rodearse de las personas de su confianza, quiere que en los nombramientos predomine la valía y la cualificación de los parlamentarios. Aunque no hay una decisión tomada, dirigentes cercanos al nuevo líder aseguran que algunos de los nombramientos realizados en abril son difícilmente cuestionables. Se cita singularmente a Manuel Marín, portavoz de Exteriores y a Ramón Jáuregui, de Interior.Pero lo prioritario ahora es nombrar a Jesús Caldera como portavoz parlamentario. Este salmantino, nacido en Béjar hace 42 años, casado y con tres hijos, tiene una trayectoria paralela a la de Rodríguez Zapatero, incluso llegó al Parlamento dos años antes que el nuevo secretario general. Caldera fue diputado con 24 años, elegido en la legislatura de 1982. Antes estudió Derecho, Políticas y Sociología y ganó las oposiciones de Secretario de la Administración Local. Su plaza está en Ávila pero nunca la ha ocupado al estar siempre en situación de "servicios especiales" por ser parlamentario.
Caldera ha sido portavoz de Administraciones Públicas, lo que todavía es Rodríguez Zapatero en el ámbito parlamentario, de la Unión Europea y secretario general del Grupo Parlamentario con Joaquín Almunia y con Juan Manuel Eguiagaray. Antes de dar oportunidad a que se comente tan larga trayectoria el nuevo núcleo dirigente señala, con cierta ironía, que esto es precisamente "el cambio tranquilo", personificado en políticos con mucha experiencia parlamentaria, "muy de partido", pero sin haber estado en la primera línea de la decisión política.
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